Octavio Vélez Ascencio
Ante la imposición del parque eólico Gunna Sicarú, la Federación de los Sindicatos SUD-Énergie exigió a la empresa francesa Électricité de France (EDF) poner fin a su expansionismo en contra de los intereses de la comunidad zapoteca de Unión Hidalgo y en otras partes del mundo.
En una carta, dirigida al presidente de la compañía gala, Jean-Bernard Lévy, suscrita por sus representantes, Anne Debrégeas y Jérôme Schmitt, ese gremio sostuvo que EDF, como cualquier otra empresa, no puede acaparar fuera de Francia, los medios de producción de la energía.
Por eso, expuso que las intervenciones de la empresa a nivel internacional deben estar basadas en la cooperación al servicio de las poblaciones y no en un expansionismo financiero, a veces calificado de “colonialismo energético” por las comunidades locales.
Además, expresó que cuando EDF interviene en países en desarrollo, requiere prestar especial atención a las condiciones de toma de decisiones y a la realidad del proceso democrático, y posteriormente a las condiciones de trabajo y al respeto del medio ambiente.
De hecho, precisó que las intervenciones de EDF en Unión Hidalgo no se sitúan en un contexto cooperativo sin fines lucrativos, donde pretende instalar el parque eólico Gunna Sicarú de cinco mil aerogeneradores.
De esta manera, subrayó que varios colectivos apoyan la oposición de comunidades locales por la apropiación a gran escala de tierras comunales para un proyecto, donde no se responden a las necesidades de las poblaciones del Istmo de Tehuantepec.
Destacó que estos colectivos, tanto en Francia como en México, han alertado de los efectos de este parque eólico sobre el ecosistema y han denunciado un proceso democrático de fachada, las violencias contra quienes se oponen y los conflictos locales surgidos en consecuencia, la privatización de tierras en contra de su carácter comunal de propiedad colectiva.
Incluso, mencionó que han recurrido a la justicia en México, pero también en Francia, para denunciar la apropiación de sus bienes comunales por la empresa EDF.
Aparte de esto, observó que la transición ecológica, vital para el futuro de todos y todas, debe realizarse bajo el control democrático de las poblaciones afectadas, en favor de sus intereses y no en beneficio de multinacionales del sector energético.
La Federación de los Sindicatos SUD-Énergie dijo que esto representa un requisito esencial a la hora de aceptar este tipo de proyectos, ya sea en Francia o en México, así como en el resto del mundo, porque estas poblaciones llevan un modo de vida respetuoso con el medio ambiente y no deben sufrir los costes de las políticas de ecologización de las grandes empresas, quienes pretenden enverdecer su imagen.
