El arzobispo de Antequera-Oaxaca, Pedro Vázquez Villalobos llamó ayer a las familias católicas a no interesarse más por los bienes materiales, sino por los bienes celestiales para ganarse el cielo.
“A veces, se pasan la vida pidiendo a Dios su gracia para poder comprar algo”, agregó.
Durante la homilía de la misa dominical, celebrada en la Catedral de Nuestra Señora de La Asunción, el mitrado afirmó que algunas familias ruegan a Dios sus bendiciones para tener una mejor casa, pero no suplican poder vivir en amor, en paz y en fraternidad.
“Quieren una casita, si tienen derecho a tener una, pero a veces se les olvida pedir lo más importante la paz, la armonía, la alegría de ser familia y de vivir en comunión. Eso no se lo piden a Dios”, aseveró.
Por eso, sostuvo que las familias necesitan pedir a Dios la gracia para entenderse y aceptarse como esposos para no discutir, no gritarse y no guardar silencios.
“Pidan la gracia de poder dialogar para ponerse de acuerdo y salir juntos en la vida, así como para entender y aceptar a sus hijos, sacrificarse por ellos, corregirlos, orientarlos e iluminarlos”, anotó.
De este modo, subrayó que las familias podrán llenarse de esperanza, amarse y perdonarse, porque quienes aman no llevan las cuentas del mal.
“A veces en la vida familiar todos llevan cuentas del mal del otro, los esposos llevan cuentas del mal. Los padres llevan cuentas del mal comportamiento de los hijos, los hijos llevan las cuentas de los anti-testimonios y malos ejemplos de sus papás, del hermano ni se diga. El que ama no lleva cuentas del mal”, agregó.
Además, destacó que las familias necesitan apartarse de los bienes materiales e interesarse más por los bienes celestiales, porque aquí van de paso.
“¿Dónde está su corazón? La meta final es llegar al cielo, nuestro Señor Jesucristo es el tesoro de su vida”, refirió.
Ante esto, convocó a las familias a quitarse todo estorbo y así el Señor sea el tesoro de su vida.
“Haga un lado todo para que el Señor reine en su corazón. El Reino de los Cielos es como un tesoro escondido y el tesoro escondido es él, encuéntralo y quédate con él. Quédate con él, vive con él, piensa como él, actúa como él, mira como él y toca a los demás como él”, anotó.
