Aunque los capitalinos están de acuerdo con el programa que se implementó en el Centro Histórico, que consiste en tener más espacios peatonales y de esparcimiento, afirman que hay otras que deberían mejorar.
Sandra Gómez, madre de familia que visita constantemente el Centro Histórico, comparte que le gusta la instalación de bancas en calles aledañas al zócalo capitalino, ya que puede llevar a sus hijos y sentarse en esos espacios a comer un helado con ellos.
Sin embargo, afirma que debido a que las calles del Centro Histórico son muy reducidas y se sigue permitiendo el paso peatonal, ha visto que se provoca un congestionamiento vial, y en consecuencia también ruido y vuelve el momento incómodo.
“Se ven bonitas las macetas y nos gusta sentarnos ahí, pero empezamos a escuchar los cláxons, gente que va a entrar al estacionamiento y eso vuelve el rato agradable, en algo incómodo”, explica.
Proyecto mal ejecutado
El padre de familia, Jerónimo Ramírez, afirma que el proyecto estuvo mal ejecutado, pues aunque es una buena idea la recuperación de espacios para peatones, se le ha dado más preferencia al flujo vehicular que a la ciudadanía.
Sin embargo, señala que estas bancas y macetas que se colocaron sobre el paso vehicular, en vez de conseguir proteger al peatón, lo expone a condiciones climáticas y siniestros viales.
“Deberían colocarles algunas sombrillas o quizá unas lonas para que la gente pueda sentarse a cualquier hora, pues en mediodía es imposible ocupar esos lugares debido al fuerte sol”, asegura.
Además, destaca que debido a que se ha mantenido que los vehículos circular por algunas vías, es peligroso para quienes decidan sentarse en esos lugares, pues algún automovilista podría arrollarlos.
Quitar comercio en la vía pública
Sandra afirma que las personas que no aceptan este espacio para peatones son los automovilistas, ya que no tienen dónde estacionarse, “les estorba” y quieren seguir apoderándose de las calles, por lo que menciona que una opción para que dejen de inconformarse es tener policías viales y retirar el comercio en la vía pública.
“Las calles reducidas, el ambulantaje y la falta de educación vial han provocado que se inconformen. La gente le gusta caminar por donde pasan los carros porque creen que es peatonal y así evitan a los ambulantes que ocupan las banquetas, por eso es mejor que los quiten”, afirma.
Además, señala que es importante que haya policías viales para que les indique a los automovilistas que no pueden circular en algunas calles o que agilicen el tráfico, pues ayudaría a aminorar las inconformidades.
Otras formas de priorizar al peatón
Don Jerónimo recomienda que se busquen otras formas de priorizar al peatón o a embellecer el Centro Histórico, como colocar más árboles y en un futuro den sombra o restaurar espacios ya existentes.
Además de que para cuidarlo, podrían colocar semáforos donde se habían retirado, ya que el uno por uno sólo beneficia a los automovilistas y no al cruce peatonal, o en otros, no tienen mantenimiento.
“Es importante que los gobiernos hagan proyectos más completos con espacios de esparcimiento sano, algo como el parque Morelos o los jueguitos de El Llano”, subraya.
AGREGADOS
13
calles las que se están convirtiendo en peatonales.
Jardineras y bancas, lo que se ha colocado para mejorar la imagen del Centro Histórico
Contras del programa:
No hay sombra en las bancas
Peatones en peligro
Tráfico lento
