En el onceavo aniversario de su ordenación episcopal, el arzobispo de Antequera-Oaxaca, Pedro Vázquez Villalobos rogó a Nuestra Señora de La Soledad tocar el corazón de los padres de familia para que ellos toquen el corazón de sus hijos y opten por la vida sacerdotal.
“Es muy doloroso para el Arzobispo mirar a un pueblo grande y tener que decir ‘no hay sacerdote para mandarles’”, aseveró.
En la misa de acción de gracias, oficiada en la Basílica Menor de Nuestra Señora de La Soledad, el mitrado afirmó que en los seis años de su ministerio episcopal en la Arquidiócesis de Antequera-Oaxaca ha ordenado solamente a ocho sacerdotes.
“Casi cada año ordeno uno y se me mueren dos o tres”, añadió.
Por eso, expuso que siempre ha pedido a Dios bendecir a Oaxaca con más sacerdotes y religiosas ante el escaso número de personas consagradas a Dios.
“Dígale a Dios, ‘bendice a Oaxaca con sacerdotes’ y si usted hace eso, estará orando por las siete diócesis del estado. Y si Dios bendice a las siete diócesis, imagínese qué riqueza y qué bendición”, agregó.
Ante fieles llegados de Tototlán, Jalisco, donde se desempeñó como presbítero, subrayó que le duele mucho cuando los creyentes solicitan la presencia de un sacerdote en su pueblo.
“En nuestros pueblos de miles de personas, sienten la necesidad de un sacerdote y no lo pueden tener porque no hay sacerdotes, qué duro es eso”, apuntó.
Resaltó que esta situación resulta dura porque no se tiene a un padre para cuidar a sus hijos.
“Nos duele que esos hijos, de alguna forma, se sientan abandonados, porque así se sienten ellos, queremos sentir que nuestro padre nos cuida, por eso quieren tener un sacerdote para que los cuide, para que los bendiga, para que los acompañe. Y no tenemos”, anotó.
De esta manera, pidió a Nuestra Señora de La Soledad, la madre de Dios, tocar los corazones de los padres de familia y ellos toquen el corazón de sus hijos y los motiven a la vida consagrada.
“Que los animen para dejarlo todo y que sigan a su hijo Jesucristo, en esta vida consagrada”, recalcó.
Vázquez Villalobos también agradeció al pueblo de Oaxaca tanto amor ofrecido en sus once años de su ministerio episcopal.
“Quiero agradecer tanto amor. Yo siempre digo, gracias, Señor, porque me amas mucho en la persona de cada uno de mis hermanos oaxaqueños. Gracias porque ellos son para mí la bendición que tú me regalas a diario. Dios me ha bendecido en once años en las tierras de Oaxaca, Dios me ha bendecido y lo agradezco”, finalizó
“En nuestros pueblos de miles de personas, sienten la necesidad de un sacerdote y no lo pueden tener porque no hay sacerdotes, qué duro es eso”.
Pedro Vázquez Villalobos, Arzobispo de Oaxaca
