A falta de un seguro ya sea de vida, de gastos médicos, de automóvil o vivienda, ocho de cada diez personas en Oaxaca enfrentan el riesgo de perder su patrimonio ante un siniestro, enfermedad o muerte de la persona que provee a la familia.
“Todos conocemos a personas o incluso conocemos a familiares que han tenido que vender incluso su patrimonio, hacer rifas o buscar otras maneras para pagar un tratamiento cuando se trata de una enfermedad. Es aquí en donde el riesgo se lo trasladamos a un seguro”, destacó Tania Piña, presidenta de la Asociación Mexicana de Agentes de Seguros y Fianzas (AMASFAC) Oaxaca.
El seguro es un instrumento financiero que ayuda a proteger el patrimonio. Mediante el pago de una prima la persona tiene una protección ante distintos riesgos. En México tenemos muy poca penetración en ese sentido1 cuando en países en desarrollo es el 8 o 9 por ciento. El camino por andar es lago, indicó.
En seguros de vida individual se tiene un registro de 19 millones de certificados lo que representa el 16 por ciento de la población en México.
Cuando se presenta un fallecimiento o invalidez de un integrante de la familia, ésta llega a tarda en promedio de 3 a 4 años en recuperar su nivel de vida.
En seguros de autos a nivel nacional es del 30 por ciento y en el caso del sureste es del 20 por ciento, es decir que sólo 2 de cada 10 autos cuentan con protección.
La población con menos recursos tiene en los micro seguros una opción para tener un ahorro en caso de cualquier eventualidad. Estos son primas muy chicas que se pueden pagar de manera quincenal.
El seguro de vida es un contrato fundamental que establece una protección financiera crucial para el futuro de una persona y su familia. En este acuerdo, la persona asegurada se compromete a efectuar pagos periódicos a una aseguradora a cambio de una cantidad de dinero garantizada, que se pagará a los beneficiarios designados en caso de que el asegurado fallezca, sufra un accidente grave o una enfermedad incapacitante.
La principal razón para tener un seguro de vida es proporcionar estabilidad financiera a la familia en momentos difíciles.
En caso de que el asegurado fallezca, su familia recibirá la suma asegurada, lo que les permitirá hacer frente a los gastos cruciales como hipotecas, alquiler, servicios públicos, alimentos y educación de los hijos, entre otros. Esta protección es especialmente importante si el asegurado es el principal sustento económico de la familia.
