La menstruación es un proceso biológico que enfrentan las mujeres, en muchos de los casos con dolores incapacitantes; el 21% se ha visto obligada a faltar al trabajo y 20% a la escuela, de acuerdo con la Primera Encuesta Nacional de Gestión Menstrual realizada a cabo por la Colectiva #MenstruaciónDignaMéxico, Essity (una empresa de productos de higiene y salud), y Unicef.
En la Ciudad de México e Hidalgo la licencia menstrual es una realidad, en Oaxaca sigue siendo un derecho pendiente.
Verónica tiene 17 años, a lo largo de este ciclo escolar ha tenido que faltar dos ocasiones a la escuela debido a que el dolor le impide levantarse de su cama. La ausencia por este motivo no es una justificante escolar a menos que lleve una receta médica expedida por una o un ginecólogo, un requisito costoso considerando que una cita ginecológica de manera particular oscila entre los 600 y 800 pesos.
Lo mismo ocurre con Lidia, quien trabaja para la iniciativa privada. Aún cuando su periodo menstrual es sumamente doloroso al menos el primer día, no tiene permitido faltar.
La misma Encuesta Nacional de Gestión Menstrual señala que la mayoría de las mujeres experimenta cansancio, el 40 por ciento. El segundo efecto más común es la sensibilidad, el 35 por ciento. El 34 por ciento siente irritabilidad y al 10 por ciento le provoca ansiedad. Sólo una de cada 10 mujeres o personas que menstrúan respondió que no padece ninguna de estas manifestaciones.
En julio de este 2023 el Congreso de la Ciudad de México aprobó la licencia menstrual para las mujeres y personas menstruantes. Éste otorga hasta dos días con goce de sueldo justificado a través de un certificado médico expedido por una persona especialista en ginecología que acredite el padecimiento
Antes, en mayo de este año el Congreso de Hidalgo aprobó la licencia menstrual de hasta dos días, con goce de sueldo, a mujeres trabajadoras del gobierno y de organismos descentralizados. La medida aplica para aquellas mujeres que hayan sido diagnosticadas con dismenorrea primaria o secundaria.
Y es que este padecimiento puede llegar a ser incapacitante y ocasiona ausentismo, disminución de productividad escolar y laboral, además de producir alteraciones en el estado de ánimo, entre otros.
