En casa, a plena luz del día, con manipulación psicológica y por parte de un familiar, así es como ocurre la mayoría de los delitos sexuales contra niñas, niños y adolescentes. Y aunque en las cifras el delito es alto, podría ser mucho mayor ya que hay casos que no se denuncian.
Lo anterior fue explicado por Rosario Sánchez Pacheco, directora de la Clínica Capta, organización que trabaja en la prevención del abuso sexual infantil y la atención psicológica a las víctimas, durante el “Foro oaxaqueño sobre violencia sexual contra niñas, niños y adolescentes”, organizado por Sikanda.
Las cifras son crudas. En el 71 por ciento de los casos de violencia sexual el agresor es un conocido de la familia, en un 68 por ciento de las agresiones se dan en la casa y en el 98 por ciento ocurre sin emplear la violencia física, además de que hay víctimas desde los seis meses de edad.
Frente a este panorama indicó que son fundamentales las acciones de prevención en todos los espacios aún en aquellos en donde no se han registrado este tipo de violencia precisamente para que éstos no sucedan en algún momento, a esto se le llama prevención primaria.
La prevención secundaria, es decir la detección de casos también es importante y se logra leyendo las señales de alerta por ejemplo en los cambios de conducta de la niña, niños y adolescente. Finalmente la prevención terciaria, la cual está relacionada con la atención integral de la víctima.
La violencia sexual -apuntó- se da de manera progresiva, primero a través del hostigamiento sexual, después solicitando un contacto o juego sexual, también exponiendo al menor de edad a imágenes con contenido sexual. Si no se detecta a tiempo la violencia de la que está siendo objeto el menor de edad, la violencia avanza hacia tocamientos o frotamientos en el cuerpo del infante, besos o tocamientos, intento de penetración y finalmente la penetración.
Sánchez Pacheco indicó que la violencia sexual ha ido al alza por distintos factores como son el aumento de la violencia social, el fácil acceso a la tecnología en donde cada vez hay más contenidos sexuales, pero también por la falta de educación sexual.
Antes, Aracely Zárate Martínez, abogada litigante y consultora en temas de violencia contra las mujeres, niñez y adolescencia ofreció un panorama jurídico respecto de los derechos de niñas, niños y adolescentes, así como aquellos modelos institucionales que revictimizan.
Durante su ponencia la especialista indicó que uno de los elementos necesarios para erradicar y prevenir la violencia sexual es la denuncia, sin embargo, hoy en día hay familias con alto grado de negación que no reconocen estas vulneraciones y mucho menos acceden a la justicia. El impacto inmediato es que continúan viviendo estas situaciones de violencia, principalmente en el hogar.
En estos casos -indicó- existe la figura de representación en suplencia en donde las instituciones asumen la defensa y se pueden aplicar distintas medidas restrictivas como el acogimiento residencia. Ésta -agregó- debe ser valorada de manera cuidadosa y siempre preferir las redes familiares o de afecto.
Panorama
71 % de los casos de violencia sexual tienen como agresor a un conocido de la familia
68 % de las agresiones se dan en la casa
98 % de las agresiones ocurren sin emplear la violencia física
