Oaxaca es la segunda entidad del país con mayor porcentaje de personas mayores de 65 años de edad que enfrentan dificultades económicas para vivir; el 85 por ciento no cuenta con una pensión y el 60 por ciento tiene ingresos inferiores a la línea de la pobreza revela el Informe Pobreza y personas mayores en México 2020 del Consejo Nacional de Evaluación de la Política de Desarrollo Social (Coneval).
Angelita tiene 60 años de edad, es contadora y forma parte del 85 por ciento de las personas adultas mayores que no tuvo oportunidad de tener una pensión. Durante 16 años de su vida trabajó para la iniciativa privada y renunció para dedicarse al cuidado y crianza de sus hijas, situación que le impidió generar los recursos necesarios para poder pensionarse.
“Yo cuento con la pensión de mi esposo, pero pienso que si no la tuviera sería muy difícil sostenerme. No habría manera de solventarme porque por la edad no consigo trabajo en ningún lado, ni en gobierno ni en iniciativa privada, además como no estoy actualizada no podría ejercer”, explica.
A la reflexión añadió que los trabajos actuales para las personas adultas mayores se reducen a empacadores en tiendas de autoservicio. “Eso si acaso eso alcanzaría sólo para comer, pero no para pagar luz, agua, vestimenta. No podría solventar mis gastos si no tuviera la pensión de mi esposo”, expresa.
El documento del Coneval señala que en 2020, el 33.1 por ciento de la población de 65 años o más recibía ingresos por pensión contributiva, equivalente a 3.9 millones de personas. Sin embargo, para que las personas puedan recibir pensión contributiva también influyen algunas características del entorno, como aquellas de la dinámica social o de las condiciones del mercado laboral al que se enfrenta la población mexicana.
Por ejemplo -añade- se identificó una diferencia de poco más de 17 puntos porcentuales entre hombres y mujeres que recibieron ingresos por pensión contributiva; esta brecha proviene de la selectividad y desigualdad que ha existido en el mercado laboral. De acuerdo con la Comisión Nacional del Sistema de Ahorro para el Retiro (Consar, 2018), esto deriva principalmente de tres factores: las diferencias en salarios, baja cotización en mujeres y la mayor esperanza de vida al nacimiento.
“Aunque en años recientes se ha incrementado la incorporación de las mujeres al mercado laboral, la población ocupada en el total de este grupo de población aún es menor (48.5 %) en comparación con los hombres (76.3 %), lo cual supone mayor riesgo de estar en situación de pobreza, vulnerabilidad o dependencia en la vejez”, señala.
“Aunque en años recientes se ha incrementado la incorporación de las mujeres al mercado laboral, la población ocupada en el total de este grupo de población aún es menor en comparación con los hombres , lo cual supone mayor riesgo de estar en situación de pobreza, vulnerabilidad o dependencia en la vejez”.
Consar
“Yo cuento con la pensión de mi esposo, pero pienso que si no la tuviera sería muy difícil sostenerme. No habría manera de solventarme porque por la edad no consigo trabajo en ningún lado, ni en gobierno ni en iniciativa privada”.
Angelita, 60 años
