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A dos años de la tragedia, buscan justicia para la ciclista Gabi Soto

Foto(s): Cortesía
Ana Lilia Pacheco

Cuando la familia Soto García supo de la muerte de Gabriela, tras haber sido arrollada mientras conducía su bicicleta por un vehículo de la línea de autobuses Zaachila-Yoo, siempre ha tenido en mente buscar justicia.

Esther Soto, hermana de Gabriela, relata que el 18 de diciembre, fecha en la que ocurrió la tragedia, el personal de la Fiscalía General del Estado de Oaxaca (FGEO) que tomó su declaración le dijo: “Esto es de todos los días. Todos los días atropellan a la gente y el chofer siempre se da a la fuga; nunca lo va a encontrar. Le recomiendo que vaya a llorarle a su hermana y siga con su vida porque nunca lo va a encontrar, ya ni debe estar en Oaxaca”.

Sin embargo, actualmente, José M., conductor que arrolló a Gabriela, se encuentra en prisión preventiva desde hace año y medio debido a que, aunque se dijo arrepentido por su acción, decidió huir en la primera audiencia argumentando sentirse mal de salud, lo cual no se pudo comprobar.

Esther comparte que, contrario a otras víctimas de Oaxaca y a nivel nacional, ella sabe quiénes fueron los responsables del asesinato de su hermana, y que además está en prisión preventiva, aunque no por el acto, por lo que sigue luchando y lo seguirá haciendo, pues subraya que no se cansará.

Señalamientos y acoso

Gabriela Soto era profesora y directora de una primaria en el municipio de Santa Cruz Xoxocotlán, por lo que ese 18 de diciembre, cuando se transportaba en su bicicleta fue arrollada por una unidad de autobús, que venía compitiendo con otro de la misma línea de Zaachila-Yoo para ganar pasaje.

De acuerdo con los testimonios, José M. al ver lo que había hecho, detuvo su unidad, bajó de esta, observó que Gaby seguía viva, subió a su unidad, tomó sus cosas, se subió al autobús de su compañero y huyeron.

Cuando Esther supo de la muerte de su hermana y que el responsable había sido una unidad de la línea Zaachila-Yoo, fue a la terminal ubicada en la calle de Bustamante en el Centro Histórico para que entregaran al chofer y que la línea no estuviera involucrada; no obstante, sólo recibió burlas, amenazas y humillaciones.

“No quisieron darme el paradero del chofer y me dijeron 'pinche vieja revoltosa, a las viejas las matan por eso, si quieres las respuestas debes ir a Zaachila'; pero me amenazaron que si iba, era posible que hasta me agredieran”, recuerda.

Asimismo, menciona que en varias ocasiones ha visto vehículos de Zaachila-Yoo afuera de su casa, le han tomado fotografías, los choferes la señalan con los dedos en señal  de que la están observando, por lo que le han brindado protección.

Tres meses después, la buscan

Fue hasta el 8 de febrero de 2021 cuando la empresa Zaachila-Yoo junto con su aseguradora Quálitas buscaron a Esther para solicitarle retirar la demanda con los argumentos que la empresa “vive al día”, además de que el chofer estaba muy arrepentido y angustiado por lo que había hecho.

Sin embargo, Esther les cuestionó el porqué buscarla tres meses después del incidente, por lo que ellos le respondieron que era para que ella estuviera tranquila y viviera su duelo.

Además de que, a pesar de que la Secretaría de Movilidad (Semovi) había emitido un comunicado que cancelaría la concesión de la empresa, esto ya no procedió, argumentando que “si lo vuelven a hacer, ahora sí se las quitarían”.

Asimismo, le ofrecieron pagar únicamente los gastos funerarios, pero sin que siguiera la demanda contra la empresa, por lo que ella no aceptó.

Esta fue la primera de tres veces que la aseguradora Quálitas se puso en contacto con ella, siempre para ofrecerle poco dinero por la vida de Gabriela y para que otorgue el perdón a José M., lo cual la familia Soto García no aceptará.

En consecuencia, la primera audiencia se dio el pasado 2 de marzo de 2021 en la que Esther conoció a la persona que le arrebató la vida a su hermana y debido a la pandemia por la COVID-19, estuvieron a través de videollamada, por lo que José M. se dio a la fuga con el argumento de ir al baño.

Fue el 8 de marzo cuando Esther acudió a las oficinas de Fiscalía ubicada en la calle de Arista en el Centro Histórico donde se encontró a José M. quien se iba a entregar por su cuenta; no obstante, había una orden de aprehensión, por lo que se llevó a cabo.

“La justicia no existe”

El pasado lunes 17 de octubre de 2022, Esther se reunió con el delegado de Quálitas en Oaxaca para hablar sobre su caso, lo cual asegura, fue una pérdida de tiempo y más energía para que ella pueda seguir adelante con su caso.

“Me dijo que entendía mi dolor, pero que la justicia no existe en México y que lo que yo busco nunca llegará. Que acepte el trato y otorgue el perdón, pero eso no pasará”, sentencia.

Asimismo, relata que los abogados de la aseguradora le dijeron que si ellos fueran sus abogados, ya le hubieran dicho que acepte la oferta y deje de litigar, además de que ni así conseguirá que su hermana reviva.

“Sólo quieren cansarme porque eso hacen con las víctimas; pero yo duermo, descanso y recupero mis energías para seguir buscando justicia para Gabi. Yo sé que ella ya no regresará, pero sé que ella puede ser un ejemplo para las familias de víctimas también se atrevan a buscar justicia y lo voy a conseguir porque la misma Fiscalía me lo ha dicho”, declara.

Actualmente, José M. y sus abogados han interpuesto varios amparos para alentar el juicio para que sea juzgado como homicidio culposo, por lo que la familia Soto García está a la espera de justicia.

  • 18 de diciembre de 2020 atropellaron y asesinaron a Gabriela Soto.
  • 8 de febrero de 2021, primer acercamiento de Zaachila-Yoo.
  • 4,200 quejas contra Quálitas por el mismo incidente, de acuerdo con la Condusef.
  • 3 veces Quálitas y Zaachila-Yoo se han reunido con Esther para que otorgue el perdón.

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