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Donación de órganos en Oaxaca, un regalo de amor a la vida

Foto(s): Cortesía
Luis Ángel Márquez

Texto: Ana Lilia Pacheco    Fotos: Emilio Morales 

El 16 de julio de 2015, Saraí volvió a nacer. Tras varios meses de diálisis y hemodiálisis, y años de tratamiento, pudo recibir un riñón de Juan Carlos, su amigo de años, quien, al saber que su amiga necesitaba un nuevo órgano para disfrutar de la vida, no dudó en ofrecerle el suyo.

Soledad Saraí López González, de 34 años, comparte en este Día Nacional de la Donación de Órganos y Tejidos en México, que la falta de información, de dinero y de especialistas en el estado, pusieron en peligro su vida hace seis años, por lo que su principal objetivo es contar su experiencia para que otras personas no caigan en los mismos errores.

Comparte que desde los 15 años fue diagnosticada con Lupus, una enfermedad que ataca tejidos y células sanas, lo que más adelante le provocó insuficiencia renal y aunque los médicos le sugirieron dializarse, el desconocimiento y experiencias de personas, le hicieron negarse a ese tratamiento.

“Todas las personas que les contaba siempre me decían que no me dejara dializar, que me iba a morir porque tenían conocidos que les ocurrió eso; sin embargo, ahora sé que la diálisis y hemodiálisis fue de gran ayuda”, afirma.

Relata que un día se sintió muy cansada, pero ella lo asoció a que estudiaba y trabajaba, por lo que se acostó y despertó dializada en la cama del Hospital Civil en la capital oaxaqueña.

“Yo estaba muy enojada que me hubieran dializado porque seguía con el rechazo e ignorancia de ese proceso, pero eso hizo que mi riñón aguantara más tiempo, además de que siempre cumplí con las indicaciones médicas”, afirma.

“Yo te dono mi riñón”

Saraí comparte que al platicarle de su enfermedad a una de sus amigas, esta le ofreció donarle su riñón, algo que ella no sabía que se podía, por lo que fue con su médico a proponerle esa opción.

“El médico me dijo que sólo mis familiares podrían donarme sus órganos y yo creí que sí porque sonaba lógico, pero mi amiga insistió que no, que cualquiera podía ser; si no, cómo era posible que cuando muere una persona en un accidente pueda hacerlo”, señala.

Pero fue en el hospital del Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS) de Puebla donde el nefrólogo le dio la esperanza que necesitaba.

“Me acompañó un amigo y cuando el médico preguntó si ya tenía donante, yo le dije que no, que iba a esperar a la lista de espera, pero mi amigo inmediatamente me dijo: yo te dono mi riñón, yo soy tu donante”, recuerda.

Saraí comparte que su amigo Juan Carlos Montes, al escuchar que el médico explicaba que la lista de espera es de hasta 10 años, no dudó en ofrecerle uno de sus riñones, el cual actualmente tiene Saraí.

Culpa, discriminación y deudas

Saraí confiesa que después de la operación, que fue un éxito, su mayor temor, previa a la operación, siempre fue que Juan Carlos se enfermara o incluso muriera por haberle donado un órgano.

“Entré en depresión porque decía que le quité un riñón, pero él me decía que había sido su decisión y era responsable de eso, que me lo había dado con amor y cuando algo se da así, dura para siempre”, relata.

Señala que él le pidió un único favor: disfrutar la vida con quienes y como quisiera, que siguiera siendo ella.

Afirma que aunque tanto ella como Juan Carlos están bien de salud, han tenido problemas de discriminación laboral, pues los han visto como personas propensas a enfermarse, lo cual es falso.

Saraí comparte que cada vez viaja a Puebla para revisiones en el IMSS, por lo que afirma que en ningún trabajo la dejarían hacer eso, por lo que es su propia jefa, ya que desde que se recuperó del trasplante se ha dedicado a vender postres y abrió una cafetería en el Centro Histórico.

“Después de recuperarme, primero me dediqué a pagar la deuda que se había generado de rentar y viajar a Puebla, medicamentos y comidas; incluso con 50 pesos teníamos que hacer las tres comidas mi pareja y yo”, recuerda.

"El lado oscuro"

Ella agradece a su familia y amistades que estuvieron pendientes de ella y que sacrificaron tiempo, dinero y esfuerzo para que se recuperara, por lo que le gusta platicar “el lado oscuro” de la enfermedad.

Afirma que también le gusta que más gente sepa de su enfermedad, del trasplante y no tenga miedo de someterse a tratamiento por las historias de malas experiencias que hayan tenido conocidos de conocidos o porque desconozcan del tema.

Es por ello que creó su página de YouTube “Mi historia con Lupus” y la página de Facebook “enfermos renales y trasplantados de Oaxaca” para dar difusión, ayuda y contar la experiencia de ella y otras personas que han pasado por lo mismo.

“Yo siempre digo que si no quieren donar en vida, pueden hacerlo cuando mueran y en el caso de las personas que están enfermas, si se cuidan y cumplen su tratamiento, los médicos se dan cuenta y también te ayudan”, afirma.

26 de septiembre, Día Nacional de la Donación y Trasplante de Órganos:

Desde 2003 se celebra este día con la finalidad de realizar eventos que tengan por objeto promover y fomentar la cultura de la donación de órganos y tejidos y de difundir su valor e importancia, además de hacer patente el mérito y altruismo del donador y de su familia.

 

44 trasplantes se han realizado en Oaxaca entre 2007 y 2020, de acuerdo con los Servicios de Salud de Oaxaca (SSO):

  • 32 de riñón
  • 12 de córnea

Tipos de donación:

  • La que se hace entre personas vivas y de estas el caso típico consiste en la donación de un riñón, ya que afortunadamente se puede tener una vida normal con uno solo de estos órganos.
  • Personas fallecidas: estas deben de reunir una serie de condiciones médicas, legales y administrativas para poder donar.

Lista de espera

Hasta 2019, en la base de datos del Centro Nacional de Trasplantes (Cenatra), existen 22 mil 988 pacientes en espera de un trasplante.

¿Qué órganos se pueden donar?

  • Riñones
  • hígado
  • corazón
  • páncreas
  • estómago
  • intestino
  • pulmones

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