Oaxaca registran un 60 por ciento arriba del promedio nacional de deforestación de las selvas bajas caducifolias, debido entre otras causas a la siembra del agave para la producción de mezcal.
La gran demanda de este producto también conlleva al aumento del uso de leña y agua, aunado a la generación de desperdicios contaminantes como lo es el bagazo y las vinazas, señaló el director del Centro de Estudios sobre el Maguey y Mezcal, Luis Nogales Echeverría.
Al presentar de manera virtual el Diplomado en sustentabilidad ecológica en la producción de mezcales y otros destilados de agave, expresó que sin duda el crecimiento en la producción de mezcal ha ayudado para que algunos productores se vean beneficiados económicamente.
“Sin embargo, muchas veces este beneficio no es proporcional al cuidado del impacto ambiental de la producción. De esta manera, comunidades que tienen alta concentración de fábricas de mezcal en sus territorios, son las que se están viendo más afectadas a falta medidas para aminorar el impacto ambiental”.
Manifestó que ante la gran demanda de mezcal también ha crecido la demanda de maguey, lo que ha ha generado una problemática de cambio de uso de suelo de área natural a agrícola.
“Se tiene la creencia entre los pequeños productores de mezcal que los residuos producidos en la elaboración del mezcal no son contaminantes, ya que ellos no utilizan químicos en su elaboración. Pero lo que no saben es que durante la fermentación se crean muchos compuestos que sí pueden contaminar sus suelos”.
Nogales Echeverría destacó la importancia de que las actuales marcas de mezcal tengan un plan de gestión ambiental que les ayude a mitigar los impactos ambientales que genera la producción de sus mezcales.
“Nos sorprende que marcas pequeñas de mezcal nos digan que ellos no tienen tanto impacto como las grandes marcas ya que producen poquito. El tema es que, si en una comunidad hay 30 fábricas chicas, las 30 están generando un impacto ambiental sinérgico, es decir la suma del impacto de cada una, hace que una comunidad se pueda ver afectada ecológicamente”
Comentó que de acuerdo con el Diagnóstico de la cadena de valor agave-mezcal de Comité de Planeación para el Desarrollo (Coplade), se necesitan 20 litros de agua y de 7 a 8 kilos de leña para la producción de un litro de mezcal. “Los desechos de la destilación como lo es el bagazo y las vinazas contienen sales, ácido acético, ácido láctico, glicerina, nitrógeno amoniacal que puede envenenar cosechas y arroyos”.
