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Consuela Virgen de Guadalupe al pueblo de Oaxaca

Arzobispo de Antequera-Oaxaca, Pedro Vázquez Villalobos
Foto(s): Mario Jiménez Leyva
Octavio Vélez Ascencio

El arzobispo de Antequera-Oaxaca, Pedro Vázquez Villalobos, aseguró que Nuestra Señora de Guadalupe siempre ha estado para consolar al pueblo oaxaqueño por su pobreza, por sus necesidades, por sus carencias y por sus grandes sufrimientos.

“Nuestra madre está ahí siempre para consolar a todos”, remarcó.

En la misa solemne oficiada en el santuario de la Virgen del Tepeyac por su festividad anual, el mitrado sostuvo que el pueblo de Oaxaca pasa por tantos y tantos sufrimientos, sobre todo, porque está en la pobreza.

“Es un pueblo que en muchos momentos de la vida, siente que ha sido abandonado y olvidado”, añadió.

Ante decenas de fieles, expuso que el pueblo oaxaqueño siente en muchos momentos haber recibido un trato injusto con abusos y con engaños.

“Nuestro pueblo está cansado de ser engañado, pero Dios y la madre de Dios no nos engañan. Ella, no vino a engañar, no vino a mentir, vinos a decir que desde ese lugar donde se quiso quedar en esa bendita imagen, bendice a todos”, agregó.

Sin embargo, expresó que el pueblo de Oaxaca tiene una pobreza de espíritu de gran valor ante los ojos de Dios, porque ahí hace su pobreza y maravillas.

“Por eso, sean siempre una mujer y un hombre de pobreza de espíritu y así estén abiertos a la obra divina, a la obra de Dios, a la obra de la madre de Dios”, anotó.

De este modo, llamó a los católicos a seguir siendo profundamente piadosos y religiosos para fortaleza y llenarse de esperanza, porque a veces sienten que fallan las personas, los sacerdotes, las autoridades y tantas y tantas personas.

 

 

“No pierdan la esperanza, sientan la seguridad en Dios y en la madre de Dios, para refugiarse en la vivencia de la fe. En Dios y en María hay que poner esa esperanza, para tener fortaleza y seguir adelante a pesar de que quienes tienen que ofrecer acompañamiento y apoyo, no lo hacen, sino por el contrario los debilitan”, señaló.

Además, pidió a los creyentes a amar, respetar y valorar a la mujer, porque fue ella quien los trajo en el vientre, los dio a luz, los amantó y los fue creciendo en la vida.

“¿Por qué tanto odio contra la mujer? No han aprendido a ver la hermosura de Dios en el rostro de una mujer, porque a veces el esposo y los hijos la tienen como una sirvienta en casa. El esposo tiene la obligación de ser servidores de la madre y los hijos, los hijos servidores del padre, de la madre y del hermano, todos son servidores, pero a veces parece ser que en la casa, la mamá, la esposa o la hermana tienen que servir”, refirió.

 

Destacó que todos los católicos necesitan aprender a mirarse con respeto y a valorarse para terminar con la desigualdad a las mujeres, porque todos son hermanos, hijos de la madre de Dios y discípulos de su hijo Jesucristo.

“Nuestra madre sufre mucho cuando no se respetan, no se valoran, se desprecian, cuando levantan la mano a otro, cuando salen palabras de sus labios que no son de bendiciones sino de maldiciones”, afirmó.

Vázquez Villalobos dijo que la Guadalupana quiere a sus hijos distintos, amorosos, caritativos, serviciales, justos, amables, comprensivos, pacientes, misericordiosos y capaces de perdonar.

“Nos quiere así, porque quiere que nos parezcamos más y más a su hijo Jesucristo”, terminó.

Después de la pandemia

La celebración eucarística fue de manera masiva y no a puerta cerrada en el Santuario de Nuestra Señora de Guadalupe, después de dos años de la pandemia del coronavirus COVID-19.

Además se desarrolló en el atrio porque el inmueble se encuentra cerrado debido a la reparación por las afectaciones causadas por los sismos de septiembre de 2017.

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