Texto: Ana Lilia Pacheco Fotos: Archivo NVI
Como cada noche, desde hace 27 años, Thalía arriba a la calle de Mier y Terán en el Centro Histórico, lugar en el que trabaja; no obstante, con el comienzo de la pandemia por la COVID-19 y aunque siempre ha tenido miedo por el trabajo que realiza y por pertenecer a la comunidad Lesbiana, Gay, Bisexual y Transgénero (LGBT+), el confinamiento ha provocado que aumente su temor.
Maquillada, portando un vestido de encaje color negro que deja a la vista sus largas piernas y sus grandes pechos, Thalía Ruiz comienza a las 10 de la noche su jornada laboral como trabajadora sexual que afirma no interrumpió, a pesar del confinamiento solicitado por las autoridades durante 2020.
“Sólo tenemos un día de descanso. Nosotras no pudimos quedarnos en casa como solicitaban, porque qué íbamos a comer; necesitábamos trabajar a pesar de los riesgos”, comparte.
Mientras Thalía camina con unas zapatillas de plataforma transparentes con suelas de flores amarillas y con un bolso en la mano, confiesa que su mayor temor era que la Guardia Nacional le pidiera que se retirara, ya fuera de manera cordial o agresiva.
“El Ejército y la Guardia Nacional estuvieron haciendo recorridos en las calles, invitando a las personas que se guardaran y nosotras no podíamos hacerlo; ya no la veíamos llegar”, afirma.
Al mismo tiempo que la trabajadora sexual recuerda que no tenía ningún ingreso para comprar comida para ella y sus familiares con los que vive, clava su mirada en un vehículo que pasa frente a ella, cuyo usuario le ha chiflado a manera de piropo.
Pocos servicios
“Si hacías dos servicios, sentías que habías ganado la millonada porque la calle estaba vacía; nadie pasaba y teníamos miedo de los delincuentes”, señala.
La trabajadora sexual recuerda que hubo días en los que tenía uno o dos trabajos, pero hubo otros en los que no conseguía hacer ni uno, por lo que afirma que “estuvimos en el barco hasta que vimos el sol”.
A pesar de que en la esquina de las calles de Las Casas y Mier y Terán hay puestos de comida y ropa, comenta que estos dejaron de instalarse durante el confinamiento, por lo que se sintieron más vulnerables.
Después de nueve meses del inicio del confinamiento -el 23 de marzo de 2020-, Thalía y sus compañeras comenzaron a ver un aumento de personas que circulaban por la “zona tolerada”, como le llaman al espacio en el que trabaja ella.
Vulnerables a contagios e inseguridad
Thalía afirma que a pesar de que utiliza cubrebocas, siempre está vulnerable a contagiarse del virus, pues es imposible no tener contacto con sus clientes; sin embargo, afirma que tanto ella como sus compañeras, que son alrededor de 50, no se han contagiado.
Informa que algunas de sus compañeras prefirieron dejar su trabajo, ya sea por la falta de servicios, por temor a contagiarse o porque sus familiares se contagiaron.
“Gracias a Dios nadie se contagió; seguimos vivos y la pandemia sigue; ha fallecido mucha gente, da tristeza, pero debemos seguir luchando con la situación”, recalca.
Abunda que otras compañeras dejaron de trabajar después de que hace seis meses, algunas de ellas iban a ser víctima de un asalto, por lo que se defendieron; no obstante, los delincuentes les dispararon y dos de ellas resultaron heridas.
“La Cruz Roja no tenía médicos esos días, el Hospital Civil no tenía camas; imagínese, fue un gasto que tuvimos que conseguir, no sé cómo, pero logramos llevarlas para que les sacaran las balas”, asegura.
Thalía lamenta que las personas de la comunidad LGBT+ como ella, tengan que pasar por situaciones de discriminación como las que han vivido, pues durante la pandemia por la COVID-19 fueron un sector olvidado.
“Queremos respeto porque somos parte de esta sociedad y somos iguales; todos merecemos los mismos derechos”, subraya.
27
años lleva Thalía laborando como trabajadora sexual
9
meses padecieron las trabajadoras sexuales por el confinamiento
50
trabajadoras sexuales laboran en las calles del Centro Histórico
“Queremos respeto porque somos parte de esta sociedad y somos iguales; todos merecemos los mismos derechos”.
Thalía
Trabajadora sexual
