Para atender las afectaciones ocasionadas por los sismos del 2017, la administración estatal comenzó la rehabilitación y restauración del templo de Santo Domingo de Guzmán, la joya de la arquitectura barroca novohispana en América.
Por medio de tres convenios de colaboración signados con el gobierno federal, el gobierno estatal destinará casi 500 millones de pesos a la rehabilitación de 170 templos católicos afectados por los sismos de 2017.
Además, el Instituto Nacional de Antropología e Historia (INAH) aplicará más de 200 millones de pesos en la restauración de 49 inmuebles religiosos más.
En el caso del templo de Santo Domingo de Guzmán, donde está contemplada la restitución de dorado con hoja de oro de 23 quilates, se emplearán tres millones 179 mil 908 pesos y 80 centavos.
El director del Instituto del Patrimonio Cultural del Estado de Oaxaca (Inpac), Fernando Molina Herbert dio a conocer que la intervención en los templos católicos surge de la decisión del gobernador Salomón Jara Cruz por la restauración y el rescate del patrimonio arquitectónico de los oaxaqueños.
De esta manera, explicó que la administración estatal gestionó la suscripción de los convenios de colaboración con el INAH y la Secretaría de Cultura (SC), a través de la Dirección General de Sitios y Monumentos del Patrimonio Cultural (DGSMPC), para poder sumar esfuerzos.
Detalló que la rehabilitación y restauración están contempladas en el Programa Nacional de Reconstrucción, coordinado por el INAH, especialmente por los rezagos presentados en diferentes templos católicos.
El funcionario dijo que los inmuebles serán intervenidos por daños menores, intermedios y graves, entre grietas, fisuras, fracturas y colapsos, a consecuencia de los fenómenos geológicos.
De acuerdo con una tarjeta informativa del Inpac, la intervención en el templo de Santo Domingo de Guzmán incluye el inmueble y bienes muebles, es decir, en su interior.
La rehabilitación incluye la consolidación de muros, arcos y machones de campanario, la consolidación de muros y bóvedas con presencia de grietas, la sustitución de entortados y enladrillados en cubiertas en zonas de grietas, la sustitución de aplanados de masilla de cal en zonas de grietas y la sustitución de sillares de piedra cantera fracturados en arcos y muros.
Mientras que el interior del templo, está programada la limpieza en seco de yeserías doradas y pintura mural, resanes en zona de yeserías, adhesión de yeserías por desprendimiento.
Aparte de esto, la limpieza físico química de pintura mural, el fijado de capa pictórica en técnica al fresco, la reintegración de cromática de pintura mural por medio de técnica al fresco para áreas de intervención o con lagunas, la reintegración cromática en área de grietas por medio de mica, la consolidación de aplanados históricos por medio de inyección, resanes por medio de cal y ribeteos a base de pasta de cal.
Así como fijados de capa dorada por medio de la resina acrílica sólida paraloid B 72 y la restitución de dorado con hoja de oro de 23 quilates en áreas de bóveda y transepto.
La joya barroca novohispana
La construcción del antiguo convento de Santo Domingo de Guzmán, que estuvo a cargo de obreros novohispanos y de los mejores arquitectos llegados de España, comenzó en 1570 en 24 solares, veinte de ellos, donados por el ayuntamiento a los dominicos en 1550.
Fue inaugurado en 1608 aún sin terminar ante los daños ocasionados por los sismos de ese mismo y los presentados en 1603 y 1604.
El retablo mayor fue colocado en 1612. El convento, y la huerta, se terminaron en 1619.
Las obras de yesería, el dorado de las bóvedas interiores, así como el dorado de la cubierta en la escalera del convento, se iniciaron en 1659. Las torres quedaron concluidas en 1660 y en 1666 dieron por terminadas las obras mayores. La Capilla del Rosario se construyó entre 1724 y 1731.
La decoración del templo incluye el árbol genealógico de Santo Domingo de Guzmán y 36 pinturas que se localizan en el arranque ilustrando pasajes del antiguo testamento.
La cubierta del crucero es de bóveda vaída y está decorada con relieves de santos de la orden de predicadores, entre ellos, cuatro pontífices que se hallan en las pechinas.
El inmueble fue declarado monumento histórico el 30 de marzo de 1933.
A su regreso a Oaxaca en 1938, los dominicos comenzaron importantes obras de restauración, sobre todo, por la labor de fray Esteban Arroyo.
De esta manera, en 1976 dio inicio a un gran proceso de restauración del histórico inmueble.
Tres años más tarde, el 29 de enero de 1979, el papa Juan Pablo Segundo ofició una misa en favor de los enfermos durante su primera visita a México.
Cuartel de ejércitos
A partir de 1812, el templo de Santo Domingo de Guzmán y su convento fueron ocupados por los soldados de los diferentes ejércitos que se disputaban el control del país. De esta manera, fue ocupado por el Ejército Realista y el Ejército Insurgente durante la Guerra de Independencia de México. Después, por centralistas y federalistas durante todo el siglo 19 hasta la llegada de Benito Juárez a la presidencia.
En 1859, con la aplicación de las Leyes de Reforma, el convento y el templo de Santo Domingo de Guzmán fueron destinados para el uso del ejército. En 1866, el culto católico fue suspendido por el gobierno de Juárez, hasta que en 1902 fue devuelto nuevamente a la Iglesia por el presidente Porfirio Díaz.
