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Caso Mariela Saudi: un recuerdo vivo que aún clama por justicia

mariela
Foto(s): Cortesía
Citlalli López Velázquez

Cuando Mariela fue arrebatada de sus seres queridos hace cuatro años, su memoria quedó grabada en lo más profundo de sus corazones. En especial en estas fechas, su recuerdo cobra vida con un sentimiento indescriptible.

Karina, su hermana, coloca con devoción la fotografía de Mariela en el altar, junto a su taza de café favorita. En estos momentos de profunda nostalgia, la familia de la joven youtuber experimenta una conexión espiritual que les permite estar cerca de ella, en línea con sus creencias.

“El altar que en esta ocasión me tocó poner, lo coloqué con todo el amor, con todo el cariño y con la emoción de que, de ser cierto que nuestros muertos regresan, estaremos con ella. Queremos que sienta que aún la recordamos, que la queremos y que nunca la vamos a olvidar; siempre va a estar presente con nosotros”.

Mariela, la fundadora del colectivo de youtubers oaxaqueños conocido como ¡Qué parió!, fue hallada sin vida el 19 de mayo de 2019 en el departamento de J. Domingo. Para su familia, este camino no ha sido fácil, ya que han tenido que luchar incansablemente para buscar justicia mientras cargan con la ausencia de Mariela.

A sus 27 años, Mariela, una prometedora bióloga, tuvo su vida segada el 19 de mayo de 2019. En un principio, J. Domingo trató de convencer a todos de que su muerte había sido resultado de una broncoaspiración. Sin embargo, tras la correspondiente autopsia, se logró establecer que la muerte fue causada por un edema cerebral severo secundario a un traumatismo craneal profundo, infligido con un objeto metálico.

De acuerdo con las investigaciones, J. Domingo mantuvo a Mariela Saidi agonizando durante horas y ocultó a la familia lo que había ocurrido.

El proceso de búsqueda de justicia para Mariela continúa, con obstáculos que aparecen y se superan. La próxima audiencia está programada para el 10 de noviembre, donde se presentarán más testimonios.

A pesar de las dificultades, la familia mantiene la fe en que la justicia prevalecerá. En estas fechas, la colocación del altar, las veladoras y las ofrendas representan un vínculo espiritual con Mariela. Es un acto que conlleva sentimiento y la firme convicción de que la justicia llegará.

Las vivencias con Mariela durante la colocación del altar siguen frescas en la memoria de la familia. Ella disfrutaba de las frutas y de la festividad de noviembre, participando en eventos culturales y comparsas.

En estas fechas sensibles, la familia se siente emocionada y en paz al saber que pueden mantener un contacto espiritual con ella. Su ausencia física no apaga la llama del cariño y los recuerdos que comparten. 

Con una carta, un mensaje en el altar o simplemente en su pensamiento, dejan claro que Mariela no será olvidada y siempre estará presente en sus vidas. Estas fechas son emocionales, pero también traen consigo la tranquilidad de que Mariela continúa viva en sus corazones y su lucha por justicia está más fuerte que nunca.

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