Madres migrantes piden a autoridades mexicanas brindarles un acuerdo humanitario para favorecer al menos a 200 menores de edad, que viajan en condiciones deplorables, caminando jornadas de hasta ocho horas bajo los rayos del sol.
Las mujeres que forman parte del “Viacrucis Migrante”, entre ellas, Aidé Oviedo, piden esta ayuda, pues son muchos los menores de edad que viajan con ellos, desde que partieron de Tapachula, Chiapas, el 24 de marzo pasado, con intenciones de llegar a la frontera norte de México.
“Quisiéramos que hubiera un acuerdo humanitario, por los niños, por las mujeres embarazadas, muchos ancianos; un acuerdo para que al menos a esta caravana nos dejen seguir adelante”, dijo.
La migrante colombiana, quien viaja con sus hijos y que fue regresada de Torreón a la frontera sur, dijo que es su segundo intento por llegar a la Unión Americana, pero esto la ha desgastado económicamente.
“Me deportaron desde Torreón porque me fui en el tren y me deportaron hasta Tapachula”, señaló.
Dijo que tener que caminar bajo el sol y las altas temperaturas, sin agua y alimento durante varias horas, por no poder viajar en autobús, pone a todos los migrantes en riesgo, principalmente a las niñas y los niños que se exponen a sufrir accidentes y enfermedades.
Este nuevo grupo de migrantes continuará su paso por la región del Istmo de Tehuantepec, que tiene como siguiente meta la Ciudad de México, aunque probablemente podría ser la ciudad de Oaxaca.
El fin de semana la caravana se dividió en dos grupos; el primero, uno compacto, se quedó en el municipio de Santo Domingo Ingenio, mientras que el grueso de la caravana permanece en la comunidad de La Venta, donde pasaron dos días y se espera que este lunes continúen su marcha.
“Quisiéramos que hubiera un acuerdo humanitario, por los niños, por las mujeres embarazadas, muchos ancianos; un acuerdo para que al menos a esta caravana nos dejen seguir adelante”.
Mujeres migrantes
