Comparte que la asociación que fundó hace ocho años es un espacio de atención interdisciplinaria que trabaja procesos con niños con y sin discapacidad, aunque la mayor población tiene diagnóstico de Trastorno del Espectro Autista (TEA).

Actualmente creó una alianza con otra asociación llamada Convite, encabezada por Berenice López, para ampliar los servicios que pueden ofrecer, así como la matrícula y por supuesto el espacio.

Blanca siempre ha sido apasionada de la docencia, pero lo es aún más al especializarse en discapacidad, donde ha ido creciendo y generando más oportunidades de inclusión laboral, social y educativa de sus alumnos.

Personas independientes

Para la profesora Blanca es importante que las y los niños, adolescentes y adultos que llegan a esta escuela, consigan hablar, caminar, cocinar, ir al baño y vestirse solos, por lo que a través de psicología, pedagogía, manejo conductual, terapia de lenguaje y educación física, lo han conseguido. 

Señala que en esta escuela de entrenamiento aceptan a las y los niños desde un año y medio hasta adultos de 24, además de que destaca que cada persona tiene necesidades y actitudes diferentes, por lo que también así será su desarrollo y trabajo.

Subraya que entre más pequeños comiencen este trabajo, más pronto llegarán a ser independientes y tendrán su forma única de manejarse, ya que trabajan en las áreas de oportunidad de cada uno.

La directora de la asociación expone que al llegar, a la alumna o alumno se le hace una evaluación de observación o se utilizan instrumentos para ver qué se necesita abordar.

Señala que también ofrecen un curso de verano en el que hacen salidas a parques, cine, granjas y plaza donde hay unos juegos, ya que muchos de las y los alumnos nunca han visitado estos lugares por lo complicado que llega a ser para los papás.

Pueden lograrlo

La profesora no se cansa de repetirle a sus padres de familia que “tu hijo puede lograrlo” teniendo la capacitación, educación y apoyo tanto de ellos como de los profesores, pues el objetivo de esta escuela de entrenamiento es como su nombre lo dice “entrenar” para que hagan una vida como niñas y niños neurotípicos, es decir, sin discapacidad.

“En el taller vespertino les enseñamos habilidades de la vida diaria. Aquí han aprendido a ir al baño, a dejar mamila, cambiarse, vestirse, comer por sí solos. Desarrollan una independencia y autonomía para que poco a poco se vayan valiendo por sí mismos”, destaca.

El centro recibe a niñas y niños de diferentes discapacidades; no obstante, actualmente la mayor parte de ellos tienen diagnóstico de TEA, a quienes primero se les enseñan estrategias de conducta y después otras herramientas.

Listos para la vida

Blanca menciona que después de que las y los niños estén listos para empezar su educación regular, la asociación les brinda estrategias a las y los profesores de esas instituciones para que puedan darle a los alumnos educación de calidad.

“Se les dan estrategias de conducta y después actividades pedagógicas para integrarlos. Nosotros vamos guiando a los profesores para que no les cueste trabajo”, destaca.

Señala que esto es importante, ya que muchas escuelas aceptan a las y los niños con discapacidad sin brindarles la misma atención o darles las mismas actividades, por lo que ella sí quiere una verdadera inclusión en todos los salones.

Las cifras

8 

años lleva trabajando Construyamos Juntos A.C.

 

 

Se les enseña a:

• Hablar
• Caminar
• Cocinar
• Ir al baño 
• Vestirse solos

 

 

Servicios que se brindan:

 

• Psicología
• Pedagogía
• Manejo conductual
• Terapia de lenguaje 
• Educación física 

 

“En el taller vespertino les enseñamos habilidades de la vida diaria. Aquí han aprendido a ir al baño, a dejar mamila, cambiarse, vestirse, comer por sí solos. Desarrollan una independencia y autonomía para que poco a poco se vayan valiendo por sí mismos”.

Blanca Mendoza Chong

Directora de Construyendo Juntos AC