Pasar al contenido principal
x

Barrio de Xochimilco en Oaxaca enfrenta un proceso de gentrificación

Foto(s): Cortesía
Luis Ángel Márquez

Texto y fotos: Alexei García

 

Sus calles empedradas, la famosa Cruz de Piedra, la majestuosidad de los arcos y la generosidad de sus habitantes, hacen de Xochimilco un barrio atractivo para visitar por los turistas nacionales y extranjeros.

Para el arquitecto Alejandro García García, originario del barrio de Xochimilco, esta zona de la capital oaxaqueña enfrenta un proceso de “gentrificación”, es decir, experimenta una remodelación y afluencia de nuevos residentes, lo que provoca un aumento en el valor de la propiedad, por lo que se da un desplazamiento de los residentes anteriores.

Alejandro García García diseñó la actual Cruz de Piedra de Xochimilco, un elemento irremplazable de este barrio capitalino; durante 25 años ha trabajado con el comité de este asentamiento para mejorar la calidad de vida de quienes viven en la zona; no obstante, los tiempos han cambiado y el poder económico ha hecho acto de presencia.

Compromiso con la sociedad

La Universidad Autónoma Benito Juárez de Oaxaca (UABJO) es el alma mater de este arquitecto, quien asegura que recibió de sus maestros una estafeta, misma que con sus actos y el paso de los años ha refrendado: mantener un pacto, un compromiso con la sociedad. Aseguró que forma parte de una generación representada por los primeros hijos de avecindados que llegaron a ser profesionales.

“Entonces empezamos a participar con la comunidad y a elaborar así, como lo hacíamos, a mano alzada, a manera de croquis, un proyecto integral del barrio” de Xochimilco, pues aún se requería de drenaje, agua potable, pavimentación, alumbrado público, entre otros servicios.

A este comité se sumaron los profesionistas de este barrio emblemático, algunos personajes de la UABJO y también de la Universidad Autónoma Metropolitana (UAM), unidad Xochimilco.

“La idea central -era- rescatar los espacios para la comunidad, después el turismo, pero primero era para nosotros, las familias. Esa era como la mística del proyecto, de rescatar, de renovar, de mejorar nuestro hábitat”. A principios de los años 90 comenzó esta fuerza de transformación, que también buscaba rescatar la plazuela y la sustitución de la Cruz de Piedra, que ya se encontraba dañada.

Este proceso de estira y afloja con las autoridades continuaba, cuando la Fundación Harp Helú decidió participar; los integrantes del comité de Xochimilco realizaron asambleas y decidieron aceptar la propuesta; no obstante, realizaron modificaciones al proyecto del arquitecto Lastra. Además, rechazaron su propuesta de Cruz de Piedra.

La historia de la Cruz de Piedra

El proyecto de la Fundación Harp Helú se realizó, sin lograr un consenso en el tema de la Cruz de piedra. Un día, el comité fue llamado por la autoridad municipal de Oaxaca de Juárez, quienes indicaron que tenía ya etiquetado el presupuesto para la cruz; no obstante, si no existían acuerdos, los recursos serían canalizados al barrio de Jalatlaco. Las autoridades propusieron realizar un concurso interno al comité.

“Pues a lo mejor como dicen, en tierra de ciegos, el tuerto y visco, pues que les voy ganando con mi propuesta y ya llegamos al Centro Histórico; también le gustó al arquitecto de ahí y de ahí se fue para el Fonca y también la aceptaron”, relató.

“Cuando hubo la necesidad de hacer este diseño, me acordé de la rueda del molino y además tiene una relación con la cultura del maíz; con esto voy a plantear la cruz y además como era de piedra y luego el marco, porque otra característica era que debía estar hecha con materiales de la región, entonces tenía que ser la cantera y el ladrillo que está en los arcos.

“Entonces fue como se me ocurrió hacer esto, a manera de estela maya o lápida que utilizaron; se hizo esta especie de paralelepípedo con la cruz, se metió el marco de cantera y como es el barrio de textileros, de tejedores de Xochimilco, el ladrillo que forman los arcos hacen una especie de textil y de ahí va a marcarse la cruz, con las ruedas del molino”, explicó.

La gentrificación y la resistencia

Hace unos días, la Cruz de Piedra de Xochimilco fue grafiteada por dos jóvenes y una mujer, quienes escribieron la siguiente frase: “Más Monte Albán, Menos Cruces”. El arquitecto Alejandro García García considera que las nuevas generaciones, como parte de una estrategia gubernamental y empresarial, se encuentran alejados de la historia, de la cultura y enfocados en temas ligeros.

Además, actualmente el barrio de Xochimilco está siendo bombardeado por el poder económico; hasta esta zona de la capital llegan personas a comprar propiedades de alto costo, dejando atrás los usos y costumbres de los habitantes originarios.

Pase lo que pase, en la memoria de todos estará esta Cruz de Piedra, que representa una lucha, la de aquellos que a base de sacrificios alcanzaron una mejor calidad de vida, pero no se olvidaron de su barrio.

 

“Cuando hubo la necesidad de hacer este diseño, me acordé de la rueda del molino y además tiene una relación con la cultura del maíz".

Alejandro García García

Arquitecto

 

“La idea central -era- rescatar los espacios para la comunidad, después el turismo; pero primero era para nosotros, las familias; esa era como la mística del proyecto, de rescatar, de renovar, de mejorar nuestro hábitat”.

Alejandro García García

Arquitecto

Noticias ¡Cerca de ti!

Conoce los servicios publicitarios que impulsarán tu marca a otro nivel.