Nadia Altamirano Díaz
Mientras un productor de maíces nativos produce en promedio de 700 a 900 kilos por hectárea, las innovaciones que se implementan con la asesoría de colaboradores del Centro Internacional de Mejoramiento de Maíz y Trigo (Cimmyt) llega a ser de 3.5 o hasta 4 toneladas.
Jaime Leal González, gerente del Hub Pacífico Sur del Cimmyt, con sede en Oaxaca, explicó que esto es posible con agricultura de conservación, la fertilidad integral y fraccionada, así como el manejo agroecológico de plagas y postcosecha de granos.
Ser referente en la investigación que se realiza para incrementar la producción de maíz, pero también por la red de personas que intercambian experiencias y conocimientos e implementan innovaciones con los propios recursos del productor, dio pie a que a partir de este lunes siete gerentes del Cimmyt en el país analicen el modelo de trabajo del Hub.
“Vienen a Oaxaca porque representa mucho en producción de maíz por ser zona de origen, el propósito es evaluar el modelo del Hub que el Cimmyt implementa en el país para exportarlo a Latinoamérica”, adelantó Jaime Leal.
Cimmyt tiene presencia en 43 países de América, Asia y África, pero se pretende que en los tres próximos años la manera de trabajar con los productores de México se implementará en Honduras y Nicaragua y Guatemala, “con las diferencias locales y atendiendo a cada condición” para “aprovechar la capacidad instalada en cada localidad, sobre todo de personas interesadas en mejorar las condiciones de su comunidad”.
Innovaciones linealesEn el caso de Oaxaca Cimmyt tiene una red de 40 colaboradores que proporcionan asesoría a los productores como los de trigo, para que con variedades como la Bournlan 100 logren pasar de 1 a 2 toneladas producidas a tres, sobre todo con problemas de sequía.
A diferencia de lo que ha pasado en el país que suele implementarse un paquete tecnológico que incluye un tipo de fertilizante, semillas y herbicida sin importar las características climáticas o ambientales de la zona, Cimmyt trabaja con un menú en el que se aplican acciones que responda a sus necesidades inmediatas que permitan implementar innovaciones que ataquen problemas centrales.
“Tenemos innovaciones lineales que dan respuestas al fin de ciclo y sistémicas que atacan el cambio climático, algo en lo que no todos los productores están pensando porque les interesa resolver el tener grano para el autoconsumo”, destacó.
El propósito central del trabajo de Cimmy es lograr que a través de la investigación se conecte con productores que generan una cadena de abastecimiento que permiten asegurar el acceso a semillas, insumos y maquinaria, porque “de nada te serviría saber que te funciona si no lo puedes implementar”.
