Citlalli López Velázquez
Los asesinatos de niñas, adolescentes y mujeres crecieron al igual que la crueldad con la que se cometen. En sólo siete días, cinco mujeres, entre ellas dos menores de edad, fueron privadas de la vida, en su mayoría por arma de fuego.
"Como parte del movimiento feminista hemos estado alertando sobre la situación y de cómo la falta de acciones contundentes a nivel de prevención, de atención y de sanción están dando como resultado el incremento no solamente en los casos de violencia feminicida, si no de la manera tan violenta y cruel de estar acabando con la vida de niñas y mujeres", señaló la presidenta del Grupo de Estudios sobre la Mujer Rosario Castellanos, Angélica Ayala Ortiz.
Además del arrebato de su existencia, los cuerpos de las mujeres son deshumanizados por sus violentadores a tal grado que causa mayor indignación la forma en la que son halladas.
La madrugada del miércoles 11 de mayo fue asesinada una niña, Martha de 13 años de edad, en San Francisco del Mar en la región del Istmo de Tehuantepec.
El domingo 8 de mayo fue ejecutada la señora Catarina S. G., de 50 años de edad, en este mismo hecho cometido en la capital del estado fueron heridas por arma de fuego Brenda, de 19 años; Jocabet, de 23, y una niña de nueve años.
El sábado 7 de mayo en Puerto Escondido, durante la madrugada América Lizeth, de 17 años de edad, quien se contaba con tres meses de embarazo, fue asesinada presuntamente por su pareja sentimental.
El viernes 6 también en la capital del estado Nancy, de 42 años, fue atacada con arma de fuego por personas que viajaban en una motocicleta.
Mientras que el jueves 5 de mayo, en San Pedro Atoyac, una mujer fue ejecutada en un camino que conduce a la comunidad de La Palma cuando juntaba leña.
El caso de América Lizeth, apuntó Ayala Ortiz, también plantea otra problemática social que no ha sido atendida como lo son las uniones y embarazos tempranos, en donde la violencia en su contra es un riesgo permanente
Por otro lado, apuntó, los hechos del 8 de mayo en la capital del estado evidencian la presencia sin control de las armas de fuego.
Ayala Ortiz subrayó que el aliciente para todos estos asesinatos sigue siendo la falta de investigaciones apegadas a protocolo y por consecuencia impunidad. El mensaje que se emite es que no habrá ningún tipo de consecuencia.
“Mientras no haya una sanción, mientras no hay una respuesta contundente del estado ante la violencia a niñas y mujeres, está mandando un mensaje de permisibilidad. Este ha sido un sexenio violento, un sexenio que pasará a la historia como el más violento para niñas y mujeres oaxaqueñas y de altos niveles de impunidad”, destacó.
