A pesar de que Oaxaca ocupa el cuarto lugar en casos diagnosticados por cáncer del cuello uterino o cervicouterino con 156 en este 2023, la detección de algún tipo de Virus del Papiloma Humano que incide en su formación es baja.
Son 124 casos de VPH detectados en este 2023, 103 en mujeres y 21 en hombres, los que Oaxaca reporta al corte de la semana epidemiológica 20 a la Secretaría de Salud Federal. En comparación con los 103 casos en 2022, el VPH ha aumentado en un 20 por ciento.
Se conoce como VPH a un grupo de 200 virus relacionados entre sí que se transmiten durante el contacto íntimo de piel a piel o relaciones sexuales.
Son aproximadamente 40 tipos de VPH los que afectan los genitales, si son de bajo riesgo pueden ocasionar verrugas a su alrededor, pero también en el ano, la boca o la garganta.
El VPH de alto riesgo puede incidir para que una persona desarrolle cáncer del cuello uterino, pero también del ano, en boca, garganta, vulva, vagina o pene si la infección no desaparece por sí sola, empeora con el tiempo o provoca cambios en las células.
Después de Veracruz con 297 casos de cáncer del cuello uterino diagnosticados en este 2023, la segunda entidad con mayor presencia de este tipo de tumores en las mujeres es Jalisco con 224, seguida de Oaxaca con 156.
Pero en cuanto a casos por VPH es la Ciudad de México la que destaca en este 2023 con mil 396 nuevos diagnósticos, 90 en hombres y mil 306 en mujeres.
En segundo lugar destaca Jalisco con 929 casos, 696 en mujeres y 233 en hombres, la cifra más alta entre ese sector de la población, ya que únicamente el 15.2 por ciento de los 8 mil 73 casos en todo el país corresponde a hombres.
Destaca también el Estado de México con 860 casos de VPH, 788 en mujeres y 72 en hombres, mientras que Oaxaca se ubica en el lugar número 17.
Una vez que inician su vida sexual, la mayoría de personas pueden contraer VPH, pero la mayoría lo ignora por falta de un diagnóstico.
México está dentro de los países que implementó la vacunación contra el VPH entre niñas a partir de los nueve años, previniendo el inicio de la vida sexual a edad temprana y en afán de reducir el riesgo de contrar los cánceres que se asocian a este tipo de virus.
