En el Domingo de las Bienaventuranzas, el arzobispo de Antequera-Oaxaca, Pedro Vázquez Villalobos llamó ayer a los católicos a ser pobres de espíritu, limpios de corazón y misericordiosos, pero sobre todo, a sentir necesidad de Dios, para poder ganarse el cielo.
“Nuestro Señor nos dice en el Evangelio ‘dichosos los pobres de espíritu, porque de ellos es el Reino de los Cielos’. El día que pierdan su pobreza de espíritu, perderán a Dios, porque se van a sentir autosuficientes y que no necesitan de nadie para salir adelante”, asentó.
Durante la homilía de la misa oficiada en la Catedral de Nuestra Señora de La Asunción, el pastor religioso afirmó que todos los creyentes necesitan de la fuerza del Dios providente, misericordioso, que perdona, que ama, que llena de Gracia, que santifica y que hace su obra en plenitud en todos.
“No podemos vivir sin Dios. De vez en cuando acuérdese de Dios y exprésele su agradecimiento, bendígalo, alábelo, dé gloria”, anotó.
Sostuvo que los católicos son tan débiles y tan frágiles, porque cualquier detalle los entristece, los desilusiona y los desencanta.
“Hay momentos en que somos probados en el dolor, en el sufrimiento y sentimos no poder. Hay momentos en que derramamos lágrimas y no hay nada ni nadie quien nos consuele, pero ahí está Dios para enjugar nuestras lágrimas, consolarnos y fortalecernos”, agregó.
Expuso que los creyentes necesitan también ser escuchados por sus hermanos para compartir las alegrías, las tristezas, los sufrimientos y los gozos en la vida.
“Quienes comparten la vida son los pobres y humildes, porque los orgullosos no lo hacen, ya que se sienten tan especiales que desprecian a los demás. Los soberbios así piensan y viven solos, tarde o temprano vivirán amargados, porque creen tenerlo todo y saberlo todo”, añadió.
Además, subrayó que los católicos necesitan igualmente ir al encuentro de quienes se sienten solos y con quienes sufren, para ser consolados.
“Vaya al encuentro del que se siente solo, del que se siente triste, vaya al encuentro y contémplelo, porque tal vez es lo único que necesita, que alguien se fije en él. Y usted llorará con él, sus sentimientos los va a expresar y le va a dar fortaleza a la persona.
Todo eso llena de gozo, llena de paz, llena de gracia, por algo dice Nuestro Señor ‘dichosos los que lloran’”, anotó.
Aparte de esto, resaltó que los creyentes también necesitan ser misericordiosos porque a veces no perdonan, no olvidan y se enferman en el corazón.
“Todo eso que en un momento fue ofensa para nosotros nos duele tanto que, ahí, removemos de nuevo la herida porque no hemos tenido misericordia y no hemos sido capaces de perdonar. Trabajemos por la paz, por la justicia, trabajemos por ser limpios en nuestros sentimientos, en las intenciones del corazón, para poder ver a Dios. Sean dichosos haciendo lo que Dios siempre quiere, pobres de espíritu, limpios de corazón, misericordiosos, capaces de sufrir, perseguidos por causa de la justicia y perseguidos por causa de su nombre”, apuntó.
Vázquez Villalobos dijo que a muchos de los católicos, como discípulos de Jesucristo, cuesta cargar su cruz y seguir al Señor, pero no lo hacen solos, porque ahí está el Señor para fortalecerlos, animarlos y concederles las gracias necesitadas.
“Todo eso lo tenemos que ofrecer a Nuestro Señor, porque todo discípulo de Jesucristo también lleva una cruz y no puede renunciar a ella, porque la invitación del Señor es ‘el que quiera ser mi discípulo, que tome su cruz de cada día y me siga’”, terminó.
