El novelista y articulista, Leonardo da Jandra aseguró que la gentrificación es un fenómeno en aumento, pero lo mejor que pueden hacer los oaxaqueños es no asustarse ante el panorama, por el contrario, es mejor reflexionar al respecto y entender que son procesos que se dan en todo el mundo.
Aseguró que reforzar la identidad histórica, las costumbres y tradiciones son la clave para hacerle frente.
Durante su charla denominada “La identidad oaxaqueña en el contexto global” en la sede de la Muy Respetable Gran Logia “Benito Juárez” en la ciudad de Oaxaca, dijo que la identidad es la esencia de las culturas, es la verdadera personalidad de una cultura, por lo que es importante enfatizar, sobre todo, en un tiempo de decadencia como la actual.
Expresó que la familia es transmisora de la dinámica festiva, ya que la familia hispana no permite la degradación, ya que entre ellos se apoyan y hay diálogo familiar, lo que hace que se transmita de generación en generación las costumbres y tradiciones.
Dijo que las fiestas y ritos son fundamentalmente de agradecimiento al dador de la vida y esto forma parte de la culturas identitarias, agradecimiento a la naturaleza, ya que cuando no hay ese agradecimiento entonces se transita a la parte profana.
Comentó que todo sistema está colapsado, ya que no hay ética, valores y educación, lo que se refleja en los jóvenes cuando solo centran su felicidad en la meta de tener dinero o ser famoso como las personas que ven a través de las pantallas.
Dijo que si se tienen a las juventudes educadas y desarrolladas, estos no van a autodestruirse, citó como ejemplo a los jóvenes en Estados Unidos que consumen drogas, mismos que están terminando con su vida por que están hartos de una vida falsa e hipócrita.
Aseguró que Oaxaca es el corazón identitario de México y que este es el centro del estado planetario futuro, y además, con ritualidades, fiestas y encuentros culturales se alienta la mente y el espíritu ya que con esto, las sociedad tienen la posibilidad de sobrevivir.
Señaló que Oaxaca tiene una identidad fuerte y el pavor estético que forma parte de la esencialidad del ADN del oaxaqueño, lo que evitará que caigan en vicios que les pueda arrebatar esa identidad.
Por lo que recomendó no pelear con el turismo, si no darle dirección con una reflexión crítica y buscar las soluciones ante la falta de medios naturales que den sustento a estas dinámicas que no se pueden frenar tan fácilmente.
