
Separada de su madre por orden judicial, “Ada” una niña con ciudadanía italiana cumplió tres meses en la Casa Hogar número 1 del DIF Oaxaca.
En ese lapso ha sido víctima de violencia física, golpes y un intento de estrangulamiento por parte de otra residente.
El abuso y desamparo contra Ada comenzó cuando su padre biológico que no había reconocido legalmente a la niña en más de diez años, decidió reclamar su custodia, y denunció la fotógrafa italiana Elena Marini, madre de la menor de edad.
La lucha de Marini por recuperar a su hija se ha enfrentado a obstáculos y actos de parcialidad por parte del sistema judicial de Oaxaca.
El juzgado ha tomado decisiones que parecen favorecer al padre biológico, a pesar de la falta de reconocimiento legal de la paternidad y del rechazo de la niña a ser entregada a él.
La situación ha llevado a Marini a enfrentarse a un proceso lleno de irregularidades y actos de favoritismo hacia el padre de Ada.
Mientras se le obstaculizan las visitas con su hija, al padre se le autoriza verla todos los días. La embajada italiana ya intervenido y solicitó imparcialidad en el proceso judicial.
En una carta enviada a la presidenta del DIF Oaxaca Irma Bolaños, Marini detalla las violaciones a los derechos fundamentales de Ada y las dificultades que ha enfrentado para ser escuchada por las autoridades. La respuesta a esta carta aún está pendiente.
Con motivo de las fiestas de día de muertos, Ada leyó al gobernador Salomón Jara y a su esposa Irma Bolaños “una calaverita” en el parque El Llano, es por ello que Marini escribió una carta a la presidenta del DIF, en la que le explica que su hija no tendría que estar ahí porque tiene una familia.
En medio de esta batalla legal, Ada experimenta un doloroso desarraigo en la Casa Hogar.
La situación es desesperante para Marini quien expresó su temor por lo que está viviendo su hija en ese entorno.
Marini forma parte del Frente Nacional Contra la Violencia Vicaria. Ella señala que su caso refleja la manera en la que su ex pareja busca lastimarla a través de causarle daño a su hija.
El enojo del padre -relató- inició a raíz de la relación de Marini con otra persona. Aunque entre ambos no existe ningún tipo de relación desde hace varios años, busca ejercer control sobre ella. “Solo convivimos por la niña, su pretensión es castigarme”.
“Ahora con la ayuda de sus padres, porque él no trabaja, han contratado a un reconocido despacho de abogados, quienes parecen tener influencias en todas partes (…) Estoy aterrada por lo que ahora está viviendo mi hija en la Casa Hogar del DIF”, destacó.