El kiwi tiene el doble de valor nutricional en vitamina C que la naranja, pero también cuesta el doble. Además de que mejora el tránsito intestinal y evita el estreñimiento, para Estela Ramírez su sabor es inigualable, pero por su precio su familia no lo come.
Si la compra por kilo, la naranja puede costar en una tienda de autoservicio hasta 34 pesos y el kiwi, que es importado, hasta 69 pesos. En la Central de Abasto este producto está cuatro pesos abajo, pero ni así Estela lo compraría.
La falta de costumbre de consumir frutas o verduras, en buena parte por el costo y en otra porque no generan el mismo nivel de saciedad que los productos de origen animal, impactan en la salud de la personas.
Daniela Noemí Martínez Jiménez, nutriologa de la Dirección de Prevención y Promoción en la Salud de los Servicios de Salud de Oaxaca (SSO), explica que “sale más caro comer una ensalada”, y como la personas sienten que no es algo sustancioso, “prefieren pagar el mismo monto en carne o productos que generan una sensación de saciedad”, aunque no les generen beneficios alimenticios.
Lo más barato
Cuando va de compras al mercado más grande de la capital compra las frutas o verduras frescas más baratas, como ayer: una pieza de col, 7 pesos; un racimo de uvas rojas con semilla, 20 pesos; seis manzanas, 20 pesos; o tres aguacates por 22 pesos.
“Tenemos que irle buscando... no podemos hacer nada, al subir la gasolina sube todo”. La pera, el durazno o el kiwi son frutas muy caras, van de los 55 a los 85 pesos el kilo.
Y mientras verduras, como la cebolla, aumentaron 4 pesos por kilo al mayoreo, la sobreproducción de jitomate hizo que el kilo bajara hasta a 8 pesos.
“Los precios varían mucho”, afirma Liliana Velásquez, expendedora de la Central de Abasto, para quien una baja en el precio nosignifica más venta; si el tomate está hasta en 8 pesos el kilo, “la gente lo compra menos, porque hay mucha producción y todos tienen”.
