Evitar un incremento en los precios de la carne de res o de cerdo no ha impedido que en los últimos tres meses, tablajeros de los mercados de esta ciudad registren una baja en sus ventas de hasta 40 por ciento.
Desde hace dos meses, el kilo de carne por canal aumentó 5 pesos, pero Germán Matadamas se resiste a subir el precio del tasajo, el producto que más consumen en su carnicería.
“Tengo de 130 y de 140 el kilo”, ofrece a quien llega al pasillo del Mercado Margarita Maza, en la Central de Abasto, donde expende.
Para “tratar de mantener al cliente”, German evita aumentar los precios; no los ha variado desde hace tres meses. Un nuevo aumento en el costo de la carne que compra al mayoreo le impediría ofrecer el mismo precio.
Su experiencia le permite saber que “si le subimos al precio de la carne, se van a otro lado donde les dan mejor precio”.
Sin embargo, el precio de la carne de cerdo o de res no está regulado más allá de la oferta y la demanda.
Ley de oferta y demanda
Apenas ayer la señora Araceli Hernández se topó con que el kilogramo de tasajo subió 15 pesos y debió pagar 180 pesos.
Al ser un producto indispensable para la elaboración de los alimentos que expende en su cocina económica en San Antonio de la Cal, no redujo la cantidad que debía comprar.
Aumentar el precio de la comida preparada tampoco es la solución, ya que apenas la semana pasada le aumentó dos pesos al precio de cada memelita de tasajo: “Valían 10 pesos, pero ya no se puede mantener el precio porque el gas sube 50 centavos el día y el bulto de maíz cuesta 320 o 330 pesos”, explica.
Al menos, no perderle
Aunque los precios de los combustibles y los productos frescos o la carne registran variables constantes, si Guadalupe Morales vuelve a subir el precio de las tortas que prepara, la gente simplemente deja acudir a la refresquería que iniciaron sus padres hace 40 años.
“La carne se aumenta dos veces al año y las verduras suben de acuerdo con la temporada, pero no podemos subirle a cada rato a la mercancía porque la gente se queja”, y de inmediato recuerda que hace dos años fue cuando cambió el precio de las tortas, de 18 pesos las aumentó a 20 y luego a 25 pesos,
“Si le ponías una milanesa ahora le tenemos que poner tres cuartas partes para que se pueda costear la mercancía”, pero aún así, asegura que la clientela que va a la baja.
