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Abandona el campo para trabajar más por menos dinero en Oaxaca

Foto(s): Cortesía
Redacción

La joven Betzabé pasó de la pizca de chiles a la preparación de cocteles de frutas y jugos en la capital del estado, en donde a pesar de ganar menos ingresos a la semana, considera que es un mejor ambiente de trabajo y un espacio más adecuado para su hijo de dos años de edad.


De piel morena, quemada por los intensos rayos de sol por su labor en los campos en la costa oaxaqueña, la joven madre de 20 años de edad siente que su vida puede mejorar en la ciudad, en donde radica con su esposo de oficio albañil.


A su corta edad, Betzabé sabe del duro trabajo en el campo, en el que también exponía a su hijo a las inclemencias del tiempo. Ahora, se siente prácticamente “en la gloria” por no trabajar bajo el intenso calor y contar con un mejor espacio para su bebé.


Pero en realidad, la mujer trabaja tres horas más en su nuevo trabajo en la capital. Desde hace un mes ella labora 11 horas al día, lo que la final resulta en un pago de 700 pesos a la semana, con un día de descanso, además que en su centro laboral le brindan alimentos para ella y su hijo.


Esas circunstancias hacen que Betzabé se sienta mejor, pues también puede aspirar a ganar más en un futuro si logra dominar más habilidades de su trabajo, así como las comisiones extras por producto de vendido.


La joven junta sus ingresos con los de su esposo, quien como albañil obtiene mil 400 pesos a la semana. Entre los dos juntan 4 mil 200 pesos por quincena, monto del que deben descontar gastos de la casa, principalmente el de la renta, que es de 700 pesos por mes.


Aunque parece que Betzabé está más tranquila y contenta por su nuevo modo de vida, ella trata de evitar gastos “innecesarios”, como considera el gasto del transporte. Por lo que diariamente la joven camina desde su casa ubicada en la agencia de San Martín Mexicapan, al Centro Histórico de la ciudad y de regreso, lo que representa un ahorro de 14 pesos al día.


La joven detalló que -al igual que su esposo- la jornada laboral que cubría era de de ocho horas diarias, al final de la semana ganaban mil pesos. Con esos ingresos cubrían sus alimentos diarios, aunque no pagan renta.

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