Israel García Reyes
La tarde de ayer domingo fue enterrado nuevamente el cuerpo del bebé Tadeo, el cual fue exhumado clandestinamente de un cementerio en la alcaldía de Iztapalapa, en la Ciudad de México y apareció abandonado a las afueras del penal de San Miguel, en Puebla.
Los padres del pequeño, que llegó apenas a los tres meses de vida, pidieron por favor respetar el gran dolor que para ellos representa dar sepultura a su hijo por segunda vez en menos de un mes.
Acerca de la investigación, la La Fiscalía General de Justicia de la Ciudad de México (FGJCDMX) indicó que ese mismo día del traslado, personal ministerial, peritos y detectives de la Policía de Investigación (PDI) llevaron a cabo una inspección en el campo santo del cual fue sustraído ilegalmente el cadáver de Tadeo.
Explicaron que se entrevistó a personal del lugar con el objetivo de ahondar en los hechos ocurridos - esto, en apoyo con la Fiscalía General del Estado (FGE) de Puebla, cuyo fiscal, Gilberto Higuera, aseveró que ya se ha identificado a la persona que depositó al bebé en el contenedor de basura afuera del penal.
Autoridades poblanas aclararon que la herida en el abdomen del infante correspondía a la de una operación efectuada a raíz del padecimiento intestinal que causó su muerte el 5 de enero de este año.
Cabe recordar que el hallazgo ocurrió el 10 de enero pasado en el área de los talacheros, como se conoce a los presos que ayudan a los custodios a vaciar los desechos.
Una de las versiones de los motivos de la sustracción del cuerpo fue que habría sido utilizado para realizar algún tipo de práctica relacionada con santería o brujería dentro del Cereso; sin embargo, hasta le momento continúan las investigaciones.
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