Un grupo de migrantes encontró a un menor de cinco años, de origen guatemalteco, quien fue abandonado en el área de Yuma, en la frontera entre México y Estados Unidos.
Los migrantes lo unieron a su grupo para que no siguiera caminando solo, además que reportaron que se le veía agotado y con sed. Indicaron que cargaba con una mochila en la que llevaba su acta de nacimiento y también la de sus papás, todos originarios de Guatemala, por lo cual corroboraron su edad.
A su vez, indicaron que el menor llevaba escrito en su brazo un número telefónico de su abuelo, quien aparentemente vive en Guatemala, no en Estados Unidos.
Relataron que cuando el grupo llegó hasta las autoridades migratorias el niño no pudo más y cayó agotado de cansancio.
En tanto, una migrante, quien era enfermera en Cuba, dijo que lo atendió y le tomó los signos vitales confirmado que estaba muy deshidratado por el esfuerzo.
Por su parte, la Patrulla Fronteriza del Sector Tucson reportó que encontraron 112 migrantes cerca de San Miguel, Arizona, todos originarios de países centroamericanos. Además que del grupo, 70 eran menores no acompañados. Todos los migrantes fueron transportados y procesados de acuerdo con su legislación.
Asimismo, el niño fue entregado a Carlos Eduardo Espina, un activista en la frontera, que lo cargó en brazos y lo llevó hasta las autoridades migratorias. El niño estaba dormido, cansado y no reaccionaba, refirió el activista.
A través de un video destalló el activista: "Esto es posiblemente la cosa más insólita que me ha tocado vivir en todo el tiempo que llevo reportando sobre la inmigración. A este niño de 5 años lo encontró otra inmigrante en Mexicali, con un número de teléfono. La señora me lo trajo para entregarlo a inmigración. Un niño de 5 años botado en la frontera. No tengo palabras".
Del mismo modo, el activista explicó que el grupo de inmigrantes le dieron ropa y ayudas al menor, también le contaron los hechos al activista y le dijeron que ya habían llamado al número telefónico en el brazo del pequeño.
Eduardo Espina indicó que el pequeño ahora está bajo custodia de las autoridades migratorias que lo llevaron a un centro asistencial y entrará luego en un proceso de reunificación con su familia.
“Esto es algo terrible. Yo entiendo la necesidad de buscar una mejor vida, querer salir adelante, pero esto es un gran peligro. Gracias a Dios la señora que lo encontró fue muy amable y lo cuidó. Pero ¿si lo encuentra alguien más que no tenga buenas intenciones, qué?”, culminó Espina.
