A bordo de autobuses, en vehículo propio o taxi, cientos de seguidores y militantes partidistas llegaron ayer en la mañana al Estadio Olímpico de Querétaro para apoyar a Xóchitl Gálvez, candidata a la Presidencia por la coalición Fuerza y Corazón por México.
Los asistentes, quienes desde las 8:00 horas comenzaron a llegar a la casa de las Gallitas, también dijeron que apoyarán a la fórmula de la coalición al Senado de la República conformada por Guadalupe Murguía y Agustín Dorantes.
Jorge Carrillo y su esposa Rosalita Campos llegaron en su auto, que estacionaron a unas cuadras del estadio, para escuchar el discurso de Gálvez.
"Deseamos verdaderamente un cambio, no una sarta de mentiras y, sobre todo, la inseguridad. La inseguridad es la madre de todos (los problemas) y ¿cómo se demuestra? A veces a nuestro hijos, bueno en nuestro caso nuestros nietos, tenemos que acompañarlos a todos lados", comentó Carrillo.
Bernabé Fernández, residente de la Colonia El Rocío, llegó en un autobús con un grupo de vecinos, la mayoría mujeres.
Al llegar fueron recibidos por un coordinador que las formó para poder ingresarlas al estadio, les dieron banderas del PAN que comenzaron a ondear tras ser animadas por otro integrante del staff.
"Vengo a apoyar a Xóchitl, como debe ser. La número uno", aseguró Fernández.
En su tercer día de campaña, Gálvez dijo estar preocupara por la inseguridad que existe en el País y urgió al Instituto Nacional Electoral (INE) a determinar en qué zonas del territorio nacional no se podrá llevar a cabo la elección por no existir las garantías suficientes.
"Me preocupa el asesinato de los precandidatos, de los candidatos que se dieron prácticamente en los días pasados. Sí es importante que el INE establezca claramente en qué lugares no se van a poder instalar urnas", indicó.
En Fresnillo, Zacatecas, donde arrancó su campaña a las 00:01 horas del viernes, señaló, la gente con la que habló le externó su opinión de que el crimen organizado es el que verdaderamente manda en la entidad.
Gálvez defendió su propuesta de crear una cárcel de máxima seguridad para meter ahí a los criminales más peligrosos, aquellos que secuestran, extorsionan y matan a los jóvenes.
La mayoría de las personas que cometen delitos, dijo, no estarían en esta prisión, sino en el resto de las cárceles e incluso se disminuiría el número de internos y de persas sin sentencia.
"Yo estoy haciendo una propuesta de que delitos de menos de 10 mil pesos, que son el 80 por ciento, se resuelvan en una justicia alternativa, una justicia cívica", indicó.
