El maltrato infantil es una triste realidad. Los seres indefensos y vulnerables son víctimas de personas a quienes no les importa causarles daño o sufrimiento, de hecho. En repetidas ocasiones los victimarios son familiares directos de los menores, como ocurrió con Fredy Avendaño, un niño de 8 años que fue asesinado a golpes en un domicilio, ubicado en la alcaldía Gustavo A. Madero de la Ciudad de México.
Fue la madrugada del 23 de noviembre cuando la frágil y prometedora vida del pequeño Fredy fue truncada por aquellos que deberían cuidarlo. La primera narrativa de los hechos indicaba que su tía, identificada como Flor “N”, lo encontró tirado en un callejón cercano a su domicilio en la colonia Del Carmen, de la demarcación antes mencionada. Tras hallarlo herido y con quemaduras lo llevó al Hospital Materno Infantil de Cuautepec, donde el personal médico informó que ya no contaba con signos vitales y lo declararon muerto. En ese mismo tenor, la mujer dijo que el niño se salió a la calle y no tenía idea de qué le había sucedido.
También informó que sus padres lo dejaron la tarde del martes 22 de noviembre bajo el cuidado de sus tíos y en compañía de sus primos, unos pequeños gemelos.
Personal médico del hospital a donde fue llevado el menor dio aviso a las autoridades correspondientes, pues el protocolo así lo marca, por ello personal de la Fiscalía General de Justicia de la Ciudad de México (FGJCDMX) se trasladó al lugar y entrevistó a la persona responsable.
Con las primeras declaraciones la mujer creyó que podría librar su responsabilidad,cámaras de seguridad pero las investigaciones hicieron que el caso diera un giro y se ubicaron los responsables: sus tíos Flor “N” y Rogelio “N”, quienes fueron detenidos el jueves 24 de noviembre. Un día después detuvieron a su hijo, Abelardo “N”, de 17 años, primo de Fredy.
¿La razón? Se descubrió que el pequeño sufría maltrato infantil y que la causa de muerte fueron golpes, pero no proporcionados por un extraño que lo encontró en la calle, sino por los responsables de cuidarlo y bajo el techo en el que estaba.
Según las primeras investigaciones, Flor y Rogelio, quienes presuntamente estaban en estado inconveniente, azotaron al niño contra la pared porque éste "no dejaba de molestar" y no los dejaba dormir; tras darse cuenta de que el menor estaba muerto, lo dejaron en el callejón donde fue encontrado.
De ahí urdieron un plan para salir librados del crimen, pero no contaban con que revisarían las de la zona, en la saque nunca se vio salir al niño. Tampoco con que los vecinos dirían que eran unos maltratadores y que escucharon golpes en la pared.
Órdenes de aprehensiónAgentes de la Policía de Investigación (PDI) tomaron los elementos de prueba recabados y solicitaron ante el agente del Ministerio Público las respectivas órdenes de aprehensión. Las primeras fueron cumplimentadas el jueves contra la pareja, la tercera este viernes contra el adolescente.
El niño estaba molido a golpes, lo que demuestra un maltrato sistemático, por lo que su muerte se investiga como homicidio calificado por golpes.
*Con información del Heraldo de México.
