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Sin nada que festejar; madres de desaparecidos con dolor sin final

Foto(s): Cortesía
Agencia Reforma

GUADALAJARA, Jalisco.- No sólo las madres de desaparecidos cambian sus vidas radicalmente para enfocarse en las búsquedas, sino también las hijas y hermanas de las víctimas, quienes invierten su tiempo en la búsqueda.

Este es el caso de María del Carmen López, ella tiene dos hijas y siente que les quita el tiempo de familia para enfocarse en la búsqueda de su hermano, Ignacio López Cárdenas, desaparecido el 7 de noviembre de 2021 en su casa, en Lomas de Tabachines, Zapopan.

María del Carmen pasa algunos de sus domingos en la pega de fichas de búsqueda de su hermano menor, quien en aquel 7 de noviembre ya no se presentó a trabajar con la panadería que puso otro de sus hermanos.

"En la vida, estuviera enfermo, no estuviera enfermo, mi hermano asistía a trabajar, 100 por ciento responsable", expuso.

Ignacio tenía 45 años al momento de su desaparición, era el menor de 7 hermanos.

Cuando fueron a su casa encontraron la puerta abierta, ningún vecino tuvo informes de lo ocurrido ni cámaras captaron qué pasó con Ignacio en aquella ocasión.

"Cambia demasiado (la vida), el tiempo que nosotros realizamos la pega de cédulas de búsqueda se lo quitamos a nuestras familias, ese sería el tiempo de convivencia con ellos y pues no, estamos aquí, con la esperanza de encontrarlos.

"Soy mamá de dos jovencitas, pues ese tiempo que anda uno aquí, en el sol, con sed, con hambre, es tiempo de calidad que uno deja de estar con su familia, por buscarlos", expuso María del Carmen.

"No tendría que desaparecer nadie", agregó.

 "Es un sufrimiento que no tiene fin"

Con un dolor que no termina, divididas entre su tiempo en familia y la búsqueda de sus desaparecidos, y en ocasiones en riesgo porque quienes desaparecieron a sus hijos se pasean por su colonia, así viven este 10 de mayo miles de madres en Jalisco.

Son ellas, las mamás de los desaparecidos, quienes fundan e integran en su mayoría los colectivos de familiares de personas desaparecidas y fueron ellas quienes comenzaron a realizar acciones de búsqueda en campo ante la parálisis que acusan de parte de la Fiscalía Especial.

En ocasiones ellas también fueron testigo de la desaparición. Es el caso de doña Mary, madre de Ricardo Zepeda González, desaparecido el 22 de septiembre pasado en Lomas de Polanco, en Guadalajara.

A ella le falló el 911, pues intentó reportar lo que pesaba el día de la desaparición, pero nunca le contestaron.

Le falló también el C5, porque las cámaras del cruce donde ocurrió el incidente no servían, y le falló la Fiscalía, pues no han capturado a los sospechosos, pese a ver en la colonia a uno de ellos.

En Jalisco no hay certeza sobre la cantidad de desaparecidos porque la entidad aún no publica el Registro Estatal de Desaparecidos, y el Gobierno del Estado dejó de alimentar el Registro Nacional desde marzo de 2022.

En esa plataforma suman 15 mil 18 víctimas de desaparición y aún con el subregistro, Jalisco continúa en primer lugar nacional.

"Es un sufrimiento que no tiene fin", comentó Aurora, madre de Ulises Alejandro Robles Ortiz, desaparecido en Zapopan en 2017. "Ha sido muy difícil para mí, y para todas", agregó.

"No se explica este dolor"

"El pilar más grande de mi vida, ella, mi motor de vida, la mejor mamá que me pudo haber tocado, cuando muera y reencarne en otro ser humano le diré a Dios que vuelva a ser mi mamá", escribió en su Facebook Ulises Alejandro Robles Ortiz en 2017.

Acompañando su texto el joven publicó una foto abrazando a su madre, Aurora.

Ahora ella lo busca a Ulises Alejandro desde el 3 de marzo de 2020, cuando criminales se lo llevaron por la fuerza mientras estaba afuera de la casa en Lomas del Centinela, en Zapopan.

Ulises tenía entonces 24 años, su mamá se enteró que quien se lo había llevado vivía por la zona. Fue a pedirle que se lo regresara, pero recibió evasivas.

Aunque reportó el caso a la autoridad ya no le dio seguimiento por temor.

La madre del joven difunde desde entonces su foto y sus características: un tatuaje con el nombre de ella, Aurora, sobre una figura de diamante, en las costillas. Un tatuaje de jaguar en una pierna. Un búho en el pecho. La palabra Faith en una muñeca y la palabra Hope en la otra.

Este Día de las Madres, como los últimos tres, será para Aurora doloroso. Lo conmemorará en compañía de su nieta, hija de Ulises, que este año cumplirá cuatro años.

"Ahorita va a cumplir cuatro años, estaba muy chiquita, pero sí a veces pregunta y le digo que voy a buscar a su papá, pero ella no sabe más detalles.

"(Las otras madres de desaparecidos) comprenden el dolor, apoyan mucho, no se puede explicar este dolor, es un sufrimiento que no tiene fin", lamentó la mamá de Ulises.

 

"Es un sufrimiento que no tiene fin. Ha sido muy difícil para mí, y para todas".

Aurora, madre de Ulises Alejandro Robles Ortiz, desaparecido en Zapopan, Jalisco en 2017. 

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