CIUDAD DE MÉXICO.- Casi todas las niñas y los niños de la Tierra tendrán que soportar olas de calor más frecuentes en 2050 incluso si el mundo alcanza un escenario de bajas emisiones para ese año, advierte un reporte del Fondo de las Naciones Unidas para la Infancia (Unicef, por sus siglas en inglés).
Actualmente, 559 millones de niñas y niños ya están expuestos a un promedio de 4.5 o más olas de calor al año.
Quiere decir que casi uno de cada cuatro se enfrenta a dicha situación, de acuerdo con Catherine Russell, directora ejecutiva de esta agencia de la ONU.
La cifra podría elevarse a 2 mil 020 millones para 2050 sin importar si se alcanza un escenario de bajas emisiones de gases de efecto invernadero (calentamiento de 1.7 grados centígrados) o de emisiones elevadas (calentamiento de 2.4 grados centígrados).
Así lo indican estimaciones del informe "El año más frío del resto de su vida: Proteger a la infancia frente al impacto creciente de las olas de calor".
Vanessa Nakate, activista climática y Embajadora de Buena Voluntad de Unicef, urgió a los líderes mundiales tomar medidas pronto para combatir la crisis climática, en especial en el marco de la COP27, la conferencia de la ONU sobre cambio climático a realizarse en Egipto a principios de noviembre.
"Por muy caluroso que haya sido este año en casi todos los rincones del mundo, probablemente será el año más frío del resto de nuestras vidas. El termómetro está subiendo en nuestro planeta y, sin embargo, los dirigentes mundiales aún no han empezado a sudar", apuntó en un comunicado.
Las olas de calor son especialmente nocivas para niñas y niños, pues tienen menor capacidad para regular su temperatura corporal en comparación con los adultos.
Mientras más experimenten, mayor será su probabilidad de desarrollar problemas de salud como enfermedades respiratorias crónicas, asma y enfermedades cardiovasculares.
Los bebés y los niños pequeños son los que corren más riesgo de morir a causa del calor, que también puede influir en el entorno, la seguridad, la nutrición, el acceso al agua, la educación y la subsistencia futura de las niñas y los niños.
"El grado de devastación que supongan estos cambios dependerá de las medidas que tomemos ahora. Como mínimo, los gobiernos deben limitar urgentemente el calentamiento global a 1.5 grados centígrados y duplicar la financiación para la adaptación antes de 2025", dijo Russell.
Ven mayor duraciónLa frecuencia de las olas de calor no es la única causa de preocupación para Unicef, dado que su larga duración también es motivo de alerta.
Actualmente, 538 millones de niñas y niños en todo el mundo están expuestos olas de calor con duración promedio de 4.7 días o mas.
Para 2050, el número podría llegar a mil 900 millones si el calentamiento es de 1.7 grados centígrados o a mil 900 millones si es de 2.4 grados centígrados.
De cumplirse este último escenario, el 94 por ciento de niñas y niños del planeta estaría expuesto a olas de calor muy prolongadas.
¿Qué hacer?Unicef emitió varias recomendaciones a los gobiernos con el fin de salvaguardar a niñas y niños de los impactos de las olas de calor. Una de las principales es reducir las emisiones para limitar el calentamiento de la Tierra a 1.5 grados centígrados durante este siglo, como estipula el objetivo más ambicioso del Acuerdo de París.
También instó a los países desarrollados a cumplir su compromiso de destinar al menos 40 mil millones de dólares anuales para 2025 en financiación para adaptación al cambio climático.
Otra medida es ofrecer a niñas, niños y adolescentes educación en materia de cambio climático, reducción de riesgos de desastres, formación en competencias ecológicas y oportunidades para participar e influir en la formulación de políticas.
Además, todos los países tendrían que adaptar sus servicios sociales para proteger a dicho sector. Por ejemplo, al reforzar sus sistemas alimentarios con el fin de asegurar acceso continuo a una alimentación saludable, así como invertir más en prevenir, detectar y tratar la desnutrición grave.
Desde alertas hasta fenómenos naturales extremos
Desde hace años que la sombra del calentamiento global crece.
Aquello que, al principio, era una advertencia ahora comenzó a mostrar su peor cara.
Con sequías cada vez más largas, temperaturas más altas, inundaciones que dejan regiones enteras bajo agua e incendios forestales, por nombrar solo algunos ejemplos, el planeta dejó de dar avisos para concretar como realidad la situación que lo aqueja.
El punto de partida para evaluar el aumento de la temperatura son las mediciones que se realizaron antes de la Revolución Industrial.
Desde ese momento hasta la actualidad, la temperatura media de la Tierra aumentó 1.2 grados centígrados.
Asimismo, la NASA indicó que en 1880 la temperatura media del planeta estaba posicionada entre -0,16°C, siendo que en el decenio de 2006-2015 la actividad humana provocó que la temperatura aumentara 0,87 °C (±0,12 °C) en comparación con la era preindustrial (1850-1900).
Ante este panorama, expertos de todo el mundo han realizado advertencias sobre el futuro sombrío que le espera al planeta. En agosto de 2021, un informe realizado por climatólogos internacionales que forman parte de la Organización Meteorológica Mundial (OMM), que depende de la Organización de las Naciones Unidas (ONU) instó a los Gobiernos a “adoptar medidas inmediatas para reducir las emisiones de gases de efecto invernadero a la luz de un cambio climático sin precedentes cada vez más acelerado”.
