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Detectan mayor propensión a infartos en pacientes recuperados de COVID

Foto(s): Agencia Reforma
Agencia Reforma

CIUDAD DE MÉXICO.- Algunos estudios sugieren que el riesgo de sufrir problemas cardiovasculares, como un infarto de miocardio o un accidente vascular, sigue siendo elevado incluso muchos meses después de que la infección por el SARS-CoV-2 desaparezca.

 De acuerdo con un artículo de la revista Nature, los investigadores están empezando a precisar la frecuencia de estos problemas y la causa de los daños.

 Esto de acuerdo con un estudio realizado este año en el que los investigadores utilizaron los registros del Departamento de Asuntos de Veteranos (VA) de los Estados Unidos para calcular la frecuencia con la que el Covid-19 provoca problemas cardiovasculares.

 Descubrieron que las personas que habían padecido la enfermedad presentaban un riesgo sustancialmente mayor de padecer 20 afecciones cardiovasculares, incluidos infartos de miocardio y accidentes vasculares, en el año siguiente a la infección por coronavirus.

 Los investigadores afirman que estas complicaciones pueden darse incluso en personas que parecen haberse recuperado completamente de una infección leve.

 Aunque algunos estudios más pequeños han mostrado estos mismos resultados, otros han detectado menores tasas de complicaciones posteriores al Covid-19.

Dado que millones o incluso miles de millones de personas se han infectado con el SARS-CoV-2, los médicos se preguntan si a la pandemia le seguirá una réplica cardiovascular.

Buscan el origen del riesgo cardiovascular

Mientras tanto, los investigadores intentan comprender quiénes corren más riesgo de sufrir estos problemas relacionados con el corazón, durante cuánto tiempo persiste el riesgo y qué causa estos síntomas.

 "No sabemos si esto cambia la trayectoria del riesgo de sufrir un ataque al corazón o un accidente cerebrovascular u otros eventos cardíacos a lo largo de la vida, simplemente no lo sabemos", expone el cardiólogo Stuart Katz, quien trabaja en la Universidad de Nueva York.

 Aunque los médicos han reportado problemas cardiovasculares relacionados con el Covid-19 a lo largo de la pandemia, la preocupación aumentó tras conocerse los resultados del estudio a principios de este año que comparó la salud de 150 mil veteranos estadounidenses que se recuperaron de un Covid-19 agudo con sus colegas que no se contagiaron y un grupo de control.

 El equipo del epidemiólogo Ziyad Al-Aly de la Universidad de Washington en St. Louis, Missouri, encontró que quienes enfermaron de Covid-19 tienen mayor riesgo de sufrir problemas cardiovasculares en el año siguiente a la infección, aun cuando no hayan sido hospitalizadas, y el riesgo es "drásticamente mayor" si estuvieron en cuidados intensivos. 

 Respecto al mecanismo del virus sobre el corazón, el efecto de Covid-19 podría estar relacionado con la proteína clave que el virus utiliza para entrar en las células. Se une a una proteína llamada ACE2, que puede encontrarse en la superficie de varios tipos de células humanas.

 Esto, según Al-Aly, le da "acceso y permiso para entrar en casi cualquier célula del cuerpo".

 Cuando el virus entra en las células endoteliales que recubren los vasos sanguíneos, es probablemente donde comienzan muchos problemas cardiovasculares, explica a su vez Eric Topol, experto en genómica de Scripps Research en La Jolla, California.

 Los coágulos de sangre se forman de manera natural para curar los daños causados mientras el organismo elimina la infección. Estos coágulos pueden obstruir los vasos sanguíneos, provocando daños tan leves como un dolor de piernas o tan graves como un ataque al corazón.

 Aunque Topol considera que se necesitan más investigaciones antes de que los científicos puedan cuantificar realmente la frecuencia con la que se producen los problemas cardiovasculares.

 Algunos otros estudios apuntan en la misma dirección.

 Estudian factores asociados al riesgo

 Los datos del sistema de salud de Inglaterra, por ejemplo, muestran que las personas que fueron hospitalizadas por Covid-19 tenían unas tres veces más probabilidades de sufrir problemas cardiovasculares importantes en los ocho meses siguientes a su hospitalización.

 Un segundo estudio descubrió que, en los cuatro meses posteriores a la infección, las personas que habían tenido Covid-19 tenían un riesgo aproximadamente 2.5 veces mayor de sufrir insuficiencia cardíaca congestiva en comparación con quienes no se habían contagiado. 

 Mientras que la investigadora Sarah Wulf Hanson, del Instituto de Métrica y Evaluación Sanitaria de la Universidad de Washington, en Seattle, utilizó los datos de Al-Aly para estimar el número de infartos de miocardio y accidentes cerebrovasculares asociados al Covid-19.

 Su trabajo no publicado aún sugiere que, en 2020, las complicaciones tras el Covid-19 causaron 12 mil accidentes cerebrovasculares y 44 mil infartos de miocardio adicionales en los Estados Unidos, cifras que aumentaron a 18 mil accidentes cerebrovasculares y 66 mil infartos de miocardio en 2021. 

 Los científicos también sugieren otros factores que parecen haber contribuido como la falta de consultas médicas, el estrés y el sedentarismo derivado del confinamiento.

Otros investigadores tienen otros datos

 Sin embargo, estas cifras difieren de lo que algunos investigadores han observado en la práctica clínica. 

 En un pequeño estudio con 52 personas de la Universidad de Leicester, en Reino Unido, se descubrió que las personas que se habían recuperado tras ser hospitalizadas con Covid-19 no presentaban una mayor tasa de enfermedades cardíacas que un grupo de personas que tenían afecciones subyacentes similares pero que no se contagiaron. 

 Ese mismo equipo de investigadores británicos trabaja en un estudio más amplio con mil 200 personas. Los resultados aún no se han publicado, pero según el investigador Gerry McCann "cuantos más datos adquirimos, menos nos impresiona el grado de lesión miocárdica", o problemas del corazón.

  A pesar de tener una imagen incompleta de los efectos cardiovasculares de Covid-19, los médicos recomiendan precaución. 

 Un panel de expertos convocado por el Colegio Americano de Cardiología aconseja a los médicos que hagan pruebas de problemas cardiovasculares a las personas que han tenido Covid-19 si tienen factores de riesgo como ser mayores o estar inmunodeprimidos.

Bajan casos de COVID-19 a nivel mundial un 9% 

En tanto, el número de casos semanales de la COVID-19 a nivel mundial disminuyó un nueve por ciento durante la semana del 25 al 31 de julio en comparación con la semana anterior, con más de 6,5 millones de casos nuevos notificados, según la Organización Mundial de la Salud (OMS).

El número de nuevas muertes semanales se mantuvo estable esta semana en comparación con la semana anterior, con más de 14.000 víctimas mortales notificadas. A 31 de julio de 2022, ya se han notificado más de 574 millones de casos confirmados y más de 6,3 millones de muertes en todo el mundo.

A nivel regional, el número de nuevos casos semanales notificados aumentó en el Pacífico Occidental (+20 por ciento) y África (+5 por ciento); al mismo tiempo, disminuyó o se mantuvo estable en Europa (-35 por ciento), Mediterráneo Oriental (-12 por ciento), Sudeste Asiático (-2 por ciento) y América (-2 por ciento).

Las muertes aumentaron en el Pacífico Occidental (+44 por ciento), Mediterráneo Oriental (+26 por ciento), Asia Sudoriental (+20 por ciento) y África (+12 por ciento), mientras que disminuyó en Europa (-26 por ciento). El número de nuevas muertes semanales en América fue similar al de la semana anterior.

A nivel de países, los números más altos de nuevos casos semanales fueron notificados por Japón (1.379.099 nuevos casos; +42 por ciento), Estados Unidos (923.366; 2 por ciento), Corea del Sur (564.437; +25 por ciento), Alemania (459.724; -26 por ciento) e Italia (394.583 nuevos casos; -26 por ciento).

Las cifras más altas de nuevas muertes semanales se registraron en Estados Unidos (2.626 nuevas muertes; -10 por ciento), Brasil (1.827; +31 por ciento), Italia (1.205; +27 por ciento), Japón (655; +141 por ciento) y Australia (637; +24 por ciento).

Por otra parte, en cuanto a las variantes, desde el 1 de julio hasta el 1 de agosto de 2022 la OMS ha analizado 204.668 secuencias. De ellas, 203.440 son de ómicron y sus linajes descendientes, lo que representa el 99 por ciento de las secuencias notificadas a nivel mundial en los últimos 30 días.

Una comparación de las secuencias en la semana 29 (del 17 al 23 de julio de 2022) y la semana 28 (del 10 al 16 de julio de 2022) muestra que las subvariantes de ómicron BA.5 y BA.4 siguieron siendo dominantes a nivel mundial, con una prevalencia semanal que aumentó del 63,8 al 69,6 por ciento, y del 10,9 al 11,8 por ciento, respectivamente.

Por el contrario, en el mismo periodo de tiempo, las secuencias BA.2.12.1 y BA.2 mostraron un descenso del 4,4 al 1,9 por ciento y del 2 al 1,5 por ciento, respectivamente.

 

 

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