CIUDAD DE MÉXICO.- El presidente Andrés Manuel López Obrador dijo ayer que la semana que pasó ha sido la más difícil para la protección civil, derivado de las inundaciones, un sismo de magnitud 7.1 y el desgajamiento del Cerro Chiquihuite.
"Esta semana yo creo que ha sido la más difícil para los que nos cuidan, para los de protección civil, tanto del Ejército por la aplicación del Plan DN-III", dijo.
"Los marinos con su plan Marina, muchos civiles, gobiernos estatales, municipales, porque estamos padeciendo de inundaciones, temblores, ha sido una semana difícil, pero así es la naturaleza, tiene estas fortalezas, tiene esa fuerza que a veces destruye, pero también nos da la vida".
Durante la supervisión a la presa Picachos y las obras del sistema de riego, indicó que se tiene programada la construcción de un acueducto para abastecer a Mazatlán y canales de riego.
"Tenemos el compromiso de terminar un distrito de riego con esta agua y vamos a llevar agua, tengo el compromiso de hacer un acueducto al municipio de Concordia y les hablaba yo también de la posibilidad de producir energía eléctrica con esta agua", explicó.
En un video divulgado en redes sociales, López Obrador estuvo acompañado por el gobernador electo de Sinaloa, el morenista Rubén Rocha, por el mandatario saliente, el priista Quirino Ordaz, y el director de Conagua, Germán Martínez.
El Presidente recorrió más tarde la presa Santa María, donde anunció que las obras de ese embalse tienen un 30 por ciento de avance.
Detalló que la inversión es de alrededor de 8 mil y 10 mil millones de pesos, de los cuales se han inyectado unos dos mil millones. La obra quedó inconclusa desde la administración pasada, sin generar ni agua ni electricidad, por lo que el Presidente prometió que estará terminada en diciembre de 2023.
En el evento, el Presidente fue abordado por manifestantes que exigieron una nueva carretera a las comunidades Tecomate y Las Negras, pues al quedar lista la presa éstas quedarían incomunicadas.
