CIUDAD DE MÉXICO.- "Si soy cantante es gracias a mis letras y no a mi voz", dice Christophe Miossec, de 51 años, cantante y compositor, piedra angular de la nueva canción francesa.
Canciones que ha suministrado a figuras como Jane Birkin, Juliette Gréco y Johnny Hallyday. A cada cual, ha reservado un vocabulario especial. Y ésas son las canciones que prefiere porque puede escucharlas. Miossec reserva para sí mismo la más sencillas, sin adjetivos ni juegos de palabras para poder hablar de las cosas del mundo con crudeza.
Con Mammifères, el disco que lo trae a México, Miossec (Brest, 1964) logró su disco más francés desde que en 1995 irrumpiera en la escena musical con su disco Boire. Ahí incluyó un par de canciones escritas en México, en un viaje en coche por las costas de Oaxaca. Tenía casi 30 años cuando empezó. Le decían que era viejo. Pero después de 20 años sigue ahí.
Se sacude la influencia anglosajona, al prescindir de la batería y bajo eléctrico, nacido del improvisado encuentro con la violinista Mirabelle Gilis. Querían rendir homenaje al fallecido DJ Remy Kolpa Kopoul, amigo suyo. Y el dúo se transformó en cuarteto.
Su álbum tampoco es ajeno a los atentados en París. No podía ser de otro modo. Dejó Bretaña y se mudó a París para estar más cerca. Cualquier músico de la escena actual conocía a alguien que estuvo en el Bataclan en noviembre de 2015. Y escribió Después de la felicidad, una canción sobre la sensación de sentir perdida, para siempre, la felicidad. Salieron de gira por toda Francia.
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Miossec se presenta el 7 de octubre en el Festival Internacional Cervantino. Luego en León, San Luis Potosí, Metepec y la CDMX, el 12 de octubre.
