El Automodelo es una técnica de enseñanza que busca impulsar a niños y jóvenes para dar continuidad a sus tradiciones musicales. Desde el mes pasado, destacados músicos oaxaqueños tienen como sede el Centro de las Artes de San Agustín (CASA) para desarrollar el taller Automodelo para las músicas de la tradición oral en Oaxaca.
Los siete participantes de este proyecto piloto dieron muestra de sus avances a tan sólo dos semanas de trabajo, bajo la dirección de la maestra Rie Watanabe. En el patio del Instituto de Artes Gráficas de Oaxaca (IAGO) tras la rueda de prensa de Instrumenta Oaxaca, los chicos interpretaron algunas de las piezas que han ensayado: El Poquilín, de la Costa Chica de Oaxaca y Zopilote mojado, de la Mixteca.
Este taller es el primero en su tipo y con él se arrancan las actividades de la edición 13 de Instrumenta Oaxaca. Producto de la investigación Etnografías de las culturas musicales de Oaxaca (ECMO) coordinada por los especialistas Rubén Luengas y Sergio Navarrete.
Rubén Luengas expresó que la ECMO tuvo como uno de sus objetivos conocer la situación actual de las músicas de Oaxaca con el fin de proponer políticas musicales en torno a esta. El resultado es un importante y extenso documento que forma un diagnóstico de expresiones artísticas musicales de etnias de distintas regiones del estado.
La investigación onfigura un mapa de músicas y tradiciones que pueden ser identificadas, estudiadas preservadas y difundidas, ya que algunas están en riesgo de desaparecer o caer en el olvido.
Este diagnóstico también abarca el espectro del tiempo histórico, y se ocupa de estudiar y traer a la luz músicas que se interpretaron en distintas épocas en la entidad. Es así como a través de los conciertos de Instrumenta Oaxaca de este año, podremos escuchar repertorios de distintas procedencias y momentos históricos.
El antecedente
El etnomusicólogo, Rubén Luengas, compartió que todo comenzó con una charla que tuvo con el maestro Francisco Toledo, con quien habló sobre la experiencia que le resultó el traer al pinoero de la etnomusicología, José Raúl Hellmer, al Istmo de Tehuantepec.
Aseguró que Oaxaca es el único estado en la república que cuenta con un diagnóstico científico hecho a partir de la investigación de la música, en el que se da cuenta de con qué se toca la música, cómo, para quién y quiénes la tocan.
"Somos privilegiados en tener esta información y sustentar con un documento procesado, valuado y aceptado por el Consejo Nacional de Ciencia y Tecnología (Conacyt). Esto nos permite generar una política pública para la generación de las músicas. Es una propuesta innovadora de cómo abordar la música, que está en franca desventaja en relación con otras músicas".
La ECMO les dio como resultado el estudio de dos tipologías musicales, por un lado la música de transmisión escrita y, por otro, la música de tradición oral, en la que la comunidad es el aula de estudio.
Es así que los talleres del llamado Automodelo dan elementos metodológicos para despertar la inquietud de los niños y jóvenes y que busquen a esta figura de conocimiento -a los abuelos- y con las herramientas que tienen ahora decodifiquen, graben o escriban una pequeña etnografía.
"El Automodelo es darles las herramientas técnicas y metodológicas a estudiantes, que a mediano plazo podrán formar cuadros de alumnos de comunidades que tienen conocimiento de su cultura, de su lengua -la puerta principal al conocimiento musical- y generar equilibrio entre la generación de conocimientos entre la tradición oral y escrita en un documento etnográfico".
La actividad se redondea con la promoción del testimonio, que sirva de referente a las comunidades. Así se conformará un archivo de las culturas musicales en Oaxaca, lo que Rubèn Luengas consideró como la oportunidad de "no limitarnos a ser una escuela de música, sino potenciar a 571 escuelas de música en todo el estado".
