CIUDAD DE MÉXICO.- Los espacios de trabajo que ofrecen condiciones propicias a nivel emocional y laboral muestran un incremento en la motivación y la permanencia de sus colaboradores, afirman especialistas.
A decir de Tania Arita, directora de Reclutamiento de Talent Solutions de ManpowerGroup, las nuevas generaciones ponderan no sólo el salario y las prestaciones, sino también las oportunidades de desarrollo y crecimiento, tanto como la cercanía con su espacio profesional.
"Los jóvenes valoran cada vez más el entrenamiento para poder crecer, la relación formal de trabajo y su calidad de vida", agrega.
Al respecto, Luis Arciniega Ruíz de Esparza, director de los programas de maestría en Negocios del Instituto Tecnológico Autónomo de México (ITAM), agrega dos prioridades: el reconocimiento de sus ideas y la libertad para tomar decisiones.
"Es una generación acostumbrada a medir el éxito de sus posteos en redes sociales, ese efecto se ve reflejado en el ambiente laboral cuando las iniciativas e ideas que proponen son referidas y caminan dentro de la empresa", subraya.
Además, cuenta, cada vez más, es relevante la flexibilidad horaria: la capacidad para organizar sus tiempos dentro o fuera de la oficina.
"La gente joven que tenía poco tiempo de trabajar cuando la confinaron en casa por la pandemia del COVID-19 o que la contrataron durante ese periodo desarrolló una nueva realidad de lo que es un entorno laboral", dice.
La posibilidad de desempeñarse a distancia les permitió llevar una vida más provechosa personal y psicológicamente, pues lograron robustecer una convivencia familiar o adoptar hábitos benéficos, como llevar una dieta balanceada o realizar ejercicio de forma recurrente.
Por ello, el regreso a esquemas enteramente presenciales ha propiciado la búsqueda de empleos que favorezcan e impulsen el trabajo remoto o híbrido.
"La gente joven siente que en la transición al trabajo presencial perdió el control de su tiempo para organizarse, de adaptar su día a día con base en sus necesidades laborales y personales y su calidad de vida", enfatiza.
De este modo, las personas que son escuchadas, que pueden dimensionar cómo su esfuerzo cotidiano impacta positivamente en las métricas de su departamento o áreas y que pueden elegir cuánto tiempo pasan en su casa y la oficina están dispuestas a declinar ofertas laborales con salarios más elevados.
"(Estos) son mecanismos poderosos para que la gente conecte, se sienta a gusto trabajando en una compañía y sea mucho más productiva", asevera.
En opinión de Arita, lo anterior también tiene repercusiones favorables en la salud de los colaboradores, pues desempeñarse en espacios con climas laborales sanos reduce la probabilidad de padecer enfermedades causadas por el estrés y, por tanto, el ausentismo.
"La gente joven que tenía poco tiempo de trabajar cuando la confinaron en casa por la pandemia del COVID-19 o que la contrataron durante ese periodo desarrolló una nueva realidad de lo que es un entorno laboral".
Luis Arciniega Ruíz de Esparza, director de los programas de maestría en Negocios del ITAM
"Los jóvenes valoran cada vez más el entrenamiento para poder crecer, la relación formal de trabajo y su calidad de vida".
Tania Arita, directora de Reclutamiento de Talent Solutions
