Negarle el derecho a que se asentara con el nombre completo de su madre y retenerle el acta de nacimiento son las arbitrariedades que en la Oficialía 01 de la Dirección del Registro Civil cometieron en contra del hijo de Erika, la adolescente víctima de muerte materna que permaneció 13 días con muerte cerebral.
A pesar de que como abuela materna Felicitas Cabrera García tiene el derecho de registrar a su nieto Ian Azel, personal de la dependencia se negó a asentar que el nombre de su madre Erika apareciera en el acta y una vez emitida se negaron a entregarla.
Nueve días después del fallecimiento de su hija, Felicitas acudió el viernes 27 de octubre a la Oficialía 01 con el certificado de nacimiento de su nieto que le expidió el Hospital General Aurelio Valdivieso, donde nació por una cesárea de emergencia que le realizaron porque Erika había llegado inconsiente.
Presentó también el acta de nacimiento y defunción de su hija, pero inicialmente el oficial no quiso aceptar registrarlo, argumentaba que debía acudir al Sistema de Desarrollo Integral para la Familia (DIF) para solicitar la adopción.
Después de que Felicitas insistió que esa determinación violaba el derecho a la identidad de su nieto, el personal aceptó registrarlo, pero sin asentar el nombre de ningún progenitor, ni siquiera el de su madre fallecida el 18 de octubre, tras una deficiente atención en el Centro de Salud con Servicios Ampliados (CESSA) de San Jacinto Amilpas.
Lo que se asentó en el acta de Ian Azael es que “una persona diversa” lo fue a registrar, pero sus apellidos coinciden con los de su abuela materna, como consta en una copia simple de su Clave Única de Registro Poblacional (CURP), el único documento que le entregaron a Felicitas tras el asentamiento.
“Al momento de que pasé a firmar el acta en vez de entregármela decidieron retenérmela. Sólo me entregaron la CURP, argumentando que el oficial iba a checar con sus superiores si los campos de los nombres de progenitores los dejaba en blanco y resolvería el martes pasado o más adelante”, denunció Felicitas Cabrera.
A pesar de que cometía actos que se pueden configurar violatorios al derecho a la identidad de un menor, el personal le advirtió además de que no esperaba “nada de reportajes, ni quejas en derechos humanos”.
La otra cara
Consultado al respecto, el señor Luis Aguilar Jiménez, abuelo de Ian Azael, lamentó que la señora Felicitas haya realizado este proceso sin tomar en cuenta a Luis Carlos Aguilar Morales, ex pareja de Erika, quien también es adolescente.
Aseguró que su familia tiene el interés de que su nieto lleve el apellido paterno y en caso de que no se llegue a un acuerdo, procederá legalmente si es necesario para que Ian Azael viva con su padre.
Madre pide audiencia con fiscal
La falta del expediente clínico que debería entregar el Hospital General doctor Aurelio Valdivieso ha impedido a la Defensoría de los Derechos Humanos del Pueblo de Oaxaca (DDHPO) determinar si se violó el derecho a la salud de la adolescente Erika.
“Aunque para los familiares es evidente que hay violaciones, para la Defensoría sigue siendo una probable violación al derecho a la salud por parte del CESSA de San Jacinto Amilpas”, señaló el visitador general de la DDHPO, Juan Rodríguez Ramos.
La primera instancia a la que recurrió Felicitas fue a la DDHPO, donde interpuso una queja, de la cual se están recabando las últimas diligencias.
La investigación, a decir del visitador general, abarca desde que Erika acudió al CESSA. Tanto el personal que la atendió ahí, como los Servicios de Salud de Oaxaca, ya brindaron la información requerida por la DDHPO.
El resultado “va a depender de que tengamos el expediente del hospital para que un perito médico legista haga un dictamen” y aún se está en tiempo para que ello ocurra, explicó Juan Rodríguez Ramos.
La muerte de Erika el pasado 18 de octubre obligó a la Fiscalía General de Oaxaca a iniciar una investigación, la cual Felicitas acusa que empieza a presentar anomalías.
Por esas decisiones que podrían entorpecer el curso de la investigación y garantizar únicamente la impunidad, Felicitas solicitó vía telefónica sin éxito una cita con el Fiscal General de Oaxaca, Rubén Vásconcelos.
“Le solicito una reunión porque no me mataron a un perro, ni a un animal. Necesito eficacia e imparcialidad, yo sé que no me estoy enfrentando a un sistema deficiente, podrido y dañado que refleja todo lo que no funciona a nivel institucional”, puntualizó.
