MADRID, España.- Las muertes por conflictos armados han alcanzado en el último año su cifra más alta en casi tres décadas, con más de 237,000 decesos relacionados con unos combates que se han registrado, principalmente, en Etiopía y Ucrania.
Un informe del Peace Research Institute Oslo (PRIO) publicado ayer indica que solo la región etíope de Tigray registró más de 100.000 muertos por el conflicto en 2022, más incluso que la invasión rusa de Ucrania, que ha dejado unos 81,000 fallecidos hasta el momento.
Estas nuevas cifras son las más altas desde 1994 y reflejan que desde entonces no se han registrado números similares hasta ahora. "La guerra en Etiopía ha dejado más muertes relacionadas con los conflictos armados en 2022 que las guerras de Ucrania, Yemen, Birmania, Nigeria, Somalia, Malí y Burkina Faso juntas", ha aseverado Siri Aas Rustad, investigadora del PRIO.
En este sentido, ha señalado que "aunque la invasión rusa ha colmado las portadas de los periódicos a nivel mundial, Etiopía ha registrado atrocidades a una escala sin precedentes desde las sombras".
No obstante, a pesar del aumento de las muertes relacionadas con los combates, la cifra de conflictos bélicos sigue siendo "consistentemente alta en 2022". En total hay 55 conflictos activos en 38 países afectados por la violencia. Los datos del PRIO indican que al menos ocho de estos 55 conflictos han sido clasificados como guerras, lo que indica que se ha contabilizado más de un millar de muertos a lo largo del último año en estas zonas.
"Estamos siendo testigos de un preocupante aumento de los conflictos en la última década, con más de 50 conflictos al año durante los últimos ocho años", ha aseverado Rustad, que ha manifestado que esto se debe, en parte, a la expansión del grupo terrorista Estado Islámico en África, Asia y Oriente Próximo. Según ha explicado, el grupo está vinculado con una quincena de conflictos.
Aunque el principal tipo de conflicto estatal es el civil, durante la última década ha habido indicios de un aumento de la "internacionalización" de los conflictos, lo que contribuye a su vez a incrementar el número de muertos.
"Se ha vuelto cada vez más común que terceros países envíen tropas de apoyo a grupos rebeldes que luchan contra otros gobiernos, lo que básicamente implica que los ejércitos de distintos países están luchando entre sí", ha puntualizado Therese Pettersson, líder de proyecto del Programa de datos sobre conflictos de Uppsala.
En este sentido, se ha registrado un aumento de la implicación de grupos armados no estatales, como Estado Islámico u otros actores que incluyen mercenarios, como el Grupo Wagner en Ucrania. "Estos grupos alteran la dinámica de los conflictos", alerta el informe.
África ha registrado el mayor número de conflictos no estatales, seguido de la región de las Américas, si bien es México el país que sigue encabezando la lista de más violentos en estos términos.
En el último año
237,000 decesos relacionados con combates
100,000 muertos por el conflicto en 2022, tan sólo en la región etíope de Tigray
81,000 fallecidos por la invasión rusa de Ucrania
Conflictos
Etiopía
Ucrania
"La guerra en Etiopía ha dejado más muertes relacionadas con los conflictos armados en 2022 que las guerras de Ucrania, Yemen, Birmania, Nigeria, Somalia, Malí y Burkina Faso juntas".
Siri Aas Rustad, investigadora del PRIO
"Aunque la invasión rusa ha colmado las portadas de los periódicos a nivel mundial, Etiopía ha registrado atrocidades a una escala sin precedentes desde las sombras".
Siri Aas Rustad, investigadora del PRIO
Panorama actual
55 conflictos activos
8 de ellos han sido clasificados como guerras
38 países afectados por la violencia
"Estamos siendo testigos de un preocupante aumento de los conflictos en la última década, con más de 50 conflictos al año durante los últimos ocho años".
Siri Aas Rustad, investigadora del PRIO
"Se ha vuelto cada vez más común que terceros países envíen tropas de apoyo a grupos rebeldes que luchan contra otros gobiernos, lo que básicamente implica que los ejércitos de distintos países están luchando entre sí".
Therese Pettersson, líder de proyecto del Programa de datos sobre conflictos de Uppsala
