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La muerte de un grande: una pérdida del siglo 20

Foto(s): Cortesía
Redacción

Una aptitud que tenemos los seres humanos, capaz de provocar la más inmensa alegría, así como el más profundo penar, es la disposición amorosa a ciertas personas y cosas.

 

Me encontré con el psicoanálisis días después de comenzar mi servicio militar; en ese entonces tenía la convicción acerca de mi futuro; así que años después me convertiría en psicoanalista; aunque prefiero el término de investigador del alma.

 

 

Encuentro inolvidable

 

 

Conocí a Sigmund Freud a través de sus escritos científicos; 'La interpretación de los sueños' (de 1900) me cautivó desde que leí las primeras páginas; posteriormente, al acercarme a los demás textos, fue inevitable pensar y sentir que Freud escribió de aquello que me acontecía. Prontamente inicié mi análisis personal, fue un recorrido que realicé con tres analistas y se prolongó durante más de 20 años; en ese tránsito inicié la formación como psicoanalista y mi amor por este hombre de ciencia fue acrecentándose paulatinamente.

 

 

El próximo miércoles 23 de septiembre se conmemora el aniversario luctuoso de quien descubriera las leyes a las que obedece el alma; su ecuanimidad y prudencia le permitió no jactarse de tener el saber absoluto al respecto; por otro lado, su tendencia a no moralizar los asuntos humanos aunado con su disposición amorosa tanto a sus pacientes como a su joven ciencia y la minuciosidad que lo caracterizaba, lo llevó a ser preciso en sus conclusiones y a forjar un campo del saber hasta hoy irrefutable.

 

 

 

 

 

Verdad que a muchos duele

 

 

En lo irrebatible de la teoría psicoanalítica muchos estarán en total desacuerdo, pero he de confesar que mi opinión no se finca en el amor que le profesó al psicoanálisis, pues la clínica que practico desde hace muchos años y mi análisis personal me han permitido llegar a mis propias conclusiones. Esto me hizo recordar el prólogo con el que Freud inicia 'Esquema del psicoanálisis', texto que escribió según Ernest Jones, un año antes de su muerte, en abril o mayo, al parecer durante la invasión nazi a Austria, lo que provocó que el padre del psicoanálisis abandonara su patria.

 

 

Postura más allá de intereses personales

 

 

Considero vale la pena, reproducir íntegramente el pequeño prólogo de dicho texto.

 

 

"El propósito de este breve trabajo es reunir los principios del psicoanálisis y exponerlos, por así decir, dogmáticamente —de la manera más concisa y en los términos más inequívocos—. Su designio no es, desde luego, el de compeler a la creencia o el de provocar convicción.

 

 

"Las enseñanzas del psicoanálisis se basan en un número incalculable de observaciones y experiencias, y sólo quien haya repetido esas observaciones en sí mismo y en otros individuos, está en condiciones de formarse un juicio propio sobre aquel".

 

 

Continuará el miércoles…

 

 

Invitación

 

 

No te pierdas el Curso radiofónico sobre 'La angustia, el único afecto que no engaña', donde se explicará de manera clara y accesible la dinámica y leyes a las que obedece el alma humana. ¡Escúchanos! Los viernes en punto del medio día a través de www. http://mixlr.com/radiounivas o Facebook Live.

 

 

¿Quieres saber más? Pide informes y ¡Hazte escuchar por un psicoanalista del INEIP A.C.!

 

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