Israel García Reyes
El gobierno de Ruanda dio a conocer que los empleados del servicio público que rechacen la vacuna contra COVID 19 tendrán que renunciar de manera inmediata.
El ministro encargado de proyectos públicos, Jean-Marie Gatabazi, explicó a través de la televisión nacional:
"Los derechos de la gente tienen límites. Les hemos dado tiempo para reflexionar. Los que rechazaron categóricamente ser vacunados, renuncian a su empleo".
Gatabazi agregó que el Estado debe proteger el derecho de los vacunados a no ser infectados por SARS-Cov-2.
Es importante mencionar que en Ruanda se impuso un estricto toque de queda desde el inicio de la pandemia y la vacunación anticovid es obligatoria para utilizar los transportes públicos y entrar a restaurantes, mercados y reuniones masivas, entre otros eventos.
Por su parte, algunas personas argumentan que rechazan vacunarse por razones religiosas, además que consideran injusto ser el despedidas.
A su vez, ha comenzado un éxodo ante las medidas coercitivas, con el caso de cien ruandeses que llegaron en los últimos días a la isla de Idjwi, situada sobre el lago Kivu, fronterizo de Ruanda y de la República Democrática del Congo, bajo el argumento de que huyen de vacunación. No obstante, fueron regresados a su país.
En este sentido, Ruanda ha registrado 123 mil 886 casos de COVID 19 y mil 395 muertes desde el comienzo de la pandemia.
Asimismo, autoridades ruandesas desmienten que la vacunación sea forzada.
FOTO: DW