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COVID, una pesadilla interminable con daño irreparable

Foto(s): Cortesía
Agencia Reforma

Fue gracias a la insistencia de pacientes en todo el mundo que la comunidad médica finalmente empezó a revisar y no tuvo sino que reconocer que aquello era una realidad.

“No podían decir qué pasaba ni tenían forma de nombrarlo", subrayó la pediatra Cipatli Ayuzo, parte de un grupo de investigadoras que realizó un amplio metaanálisis estadístico que identificó más de 50 síntomas asociados a eso que finalmente se denominaría Long Covid.

“El término Long Covid se usa para describir signos y síntomas que continúan o se desarrollan después de haber tenido un COVID agudo, incluyendo los síntomas que persisten o que aparecen de cuatro a 12 semanas, y el síndrome postcovid, que son aquellos que aparecen después de las 12 semanas”, detalló la especialista, orgullosa de que la OMS usara como referencia el mencionado estudio que hizo con sus colegas.

La amplia y abigarrada estela de efectos a largo plazo de la infección por SARS-CoV-2 crecería luego hasta 200, entre alteraciones neurológicas, emocionales, cardiacas, pulmonares y del aparato músculo-esquelético.

Y es que, si bien se trata de un agente infeccioso que entra por las vías respiratorias, al final la enfermedad que produce es del tipo inflamatoria, lo cual termina por afectar prácticamente a cada uno de los órganos del cuerpo.

“Hoy por hoy sabemos que no existe ningún órgano al que podamos decir que está libre de presentar una complicación de COVID”, resaltó Ayuzo.

“Al final, sabemos que hasta el 87 por ciento de los pacientes que sobreviven esta infección van a tener al menos un síntoma persistente que va a tener un impacto en su calidad de vida", agregaría en el mismo encuentro virtual la doctora Diana Gómez Martín, investigadora del Instituto Nacional de Ciencias Médicas y Nutrición Salvador Zubirán (INCMNSZ).

Entre aquello en lo que parece haber ya claridad es en que el Long Covid se da independientemente del sexo, la variante de contagio y de la severidad de la infección. Sin embargo, hasta cuándo persista, sea uno, dos o más años, es algo que sigue aún en entredicho, atizado por casos de pacientes que con el tiempo continúan padeciendo secuelas.

Un infierno en vida 

Así le ha sucedido a Daniel Zamora, quien luego de su primer contagio de COVID-19 en abril de 2021 ha vivido "un infierno en vida", como él mismo lo define, por las afectaciones cardiacas y neurológicas que desarrolló.

"Pues qué me está pasando si el Covid ya se fue, ya pasó lo duro, que los doctores me decían eran cinco días. Para ellos, los cinco primeros días eran los fatales, que si ya lo había cruzado yo ya era un sobreviviente", rememoró, con ironía, el también miembro del grupo de Covid Persistente México Comunidad Solidaria.

Él, al igual que muchos, debió soportar que le dijeran que la opresión del pecho "como si tuviera un elefante encima" no era más que crisis de ansiedad. Hasta que alguno de los muchos cardiólogos que visitó finalmente le diagnosticó derrame pericárdico (acumulación de líquido entre el corazón y el saco que le rodea), miocarditis (inflamación del músculo cardíaco) e insuficiencia cardiaca.

“'Tienes suerte de estar vivo', así me lo dijo el cardiólogo. 'Te vuelve a dar COVID, y es un volado entre la vida y la muerte ya contigo’", relató Daniel, quien a causa de esto pasó varios meses sin poder caminar, a sus 30 años.

“Es bien duro. Mi hijo me llevaba al cine en la silla de ruedas”, diría, con la voz a medio quebrar. “Sí me da un buen de tristeza porque me derrumbó un buen tiempo. Mis hijos me decían: 'Oye, papá, ¿por qué ya no juegas con nosotros?’".

Daño en el sistema nervioso 

Un zumbido en el oído, acompañado por una fuerte presión en la cabeza, preludiarían posteriormente su nuevo calvario: encefalitis y daño en el sistema nervioso; "si fueron 25 veces las que caí en urgencias, te hablo de pocas", ilustró quien, decidido a hallar una solución definitiva, partió hacia España para probar una terapia consistente en “lavar” su sangre para deshacerse de las proteínas proinflamatorias, o citocinas.

“Encontrar un solo tratamiento que nos sirva para todo va a ser difícil, desde mi perspectiva", opinó la doctora Gómez Martín, confiada en que la eficacia de senolíticos -fármacos contra el envejecimiento celular- o de un antidiabético como la metformina pueda probarse y ayudar contra secuelas específicas.

Por su parte, la doctora Ayuzo anunciaría la creación de la primera clínica del País dedicada únicamente a Long Covid, en San Luis Potosí. Esto a la vez que especialistas como el virólogo Luis del Carpio Orantes contribuyen al desarrollo de una guía para la atención de estos pacientes tanto en instituciones públicas como privadas.

Breves pero significativos pasos para paliar esa sistemática desatención de lo que sólo se ha podido reconocer y nombrar tras mucha insistencia y sufrimiento.

 

"En México, al día de hoy, el Gobierno federal no ha reconocido al Long Covid como una enfermedad de atención que debe de ser prioritaria”.

César Medina

Grupo Covid Persistente México Comunidad Solidaria

 

Long Covid

“El término Long Covid se usa para describir signos y síntomas que continúan o se desarrollan después de haber tenido un COVID agudo, incluyendo los síntomas que persisten o que aparecen de cuatro a 12 semanas, y el síndrome postcovid, que son aquellos que aparecen después de las 12 semanas.

 

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síntomas y padecimientos están asociados a eso que finalmente se denominaría Long Covid.

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