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¡A caminar! tras paro transportista

Foto(s): Cortesía
Octavio Vélez Ascencio

Oaxaca.- Ante la suspensión del servicio urbano de pasaje, quienes tuvieron que dejar su domicilio para trasladarse a algún lugar, no les quedó otra más que caminar o esperar largo tiempo el paso de las camionetas pick up particulares y de los autobuses de municipios conurbados que ofrecieron el transporte, para así llegar a su destino.


La  avenida Central, que divide el Mercado de Abasto Margarita Maza y la Central de Autobuses de Segunda Clase, fue una de las principales escenas de concentración de hombres y mujeres en espera de un medio de transporte, pero también de la irritación y el enfado hacia los concesionarios por la paralización de labores.


“Pinches camioneros, nada más chingan al pueblo, a los más jodidos”, alcanzó a decir un hombre de edad madura, a quien como él, aguardaba el paso de alguna camioneta pick up o autobús suburbano, mientras se echaba a andar rumbo al Periférico “Eduardo Mata”.


Aunque, el interlocutor respondió rápidamente. “Que es (el paro) por las marchas y el plantón los maestros”. Pero, no tardó la réplica. “Pues, que vayan al plantón y los corran”.


Una aparente comerciante ambulante de frutas, intervino para también hacer sentir su malestar. “Están mal los maestros, pero los camioneros chingan a los más pobres; nosotros no tenemos dinero para tener un coche o pagar un taxi”, repuso, casi refunfuñando.


Quienes corrieron con suerte en la avenida Central, pudieron abordar alguna camioneta pick up o autobús suburbano para trasladarse, fundamentalmente al centro o la zona norte de la ciudad, porque por la carencia del servicio, rápidamente se llenaban.


“¡Súbale, súbale…Crespo, Seguro Social, Hospital, San Felipe!” o “¡Crespo, colonia Estrella, la Loma, la Heladio…súbale!”, pregonaban los “gritones” de las camionetas pick up para invitar a subir a la gente.


Aunque los particulares que ofrecieron el transporte en sus camionetas pick up no fueron tan solidarios con el pueblo porque si bien algunos cobraron la tarifa de los autobuses urbanos de siete pesos, en otros casos, llegó hasta 10 pesos.



 


“Estamos ayudando al pueblo porque necesita transporte; se está cobrando lo normal, lo que cobra un camión”, atajó el conductor de una de esas camionetas, el empleado municipal, Roberto Ávila Cruz, a manera de justificación.
Los autobuses foráneos, se sumaron tímidamente a dar el servicio, debido a la presencia de los “voceros” enviados por las empresas del servicio urbano a tomar fotografías, para después enviarlas por WhatsApp.


Mientras se decidía a pintar el parabrisas el autobús de la empresa “Monte Albán”, el chofer Francisco Velasco gritaba un tanto miedoso por las miradas de los “voceros” hacia él. “¡Crespo, hospital, San Felipe…hay lugares!”, para llamar la atención.


“Tengo la ruta a Arrazola, nada más vine a ver si había gente; si no, agarro mi ruta normal”, ilustró.


Como hubo respuesta,  no dudó en encaramarse a la defensa delantera del camión y con un plumón de color amarillo, empezó a rotular el parabrisas con su nueva ruta, mientras era fotografiado.


“Me mandaron a cuidar de la Tusug (Transportes Urbanos y Suburbanos Guelatao), pero vale madres. Hay un hijo de la chingada, que anda dando vuelta y vuelta; no se puede hacer nada”, se quejó.


Y sí, nada pudo hacer porque la gente subía a cualquier autobús foráneo que ofrecía el servicio, por más destartalado que estuviera o peor que los urbanos, con tal de cubrir su necesidad de transporte, pues algunos taxistas se atrevieron a pedir hasta 100 pesos por una “dejada” no tan lejos del centro de la ciudad.

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