Quienes integran la Unión de Mujeres Víctimas de la Violencia en Oaxaca (Umuvio) expusieron inconsistencias en las investigaciones por los feminicidios de sus hijas y demandaron al Tribunal Superior de Justicia del Estado (TSJN) no solapar la impunidad.
Frente a la fachada del Palacio de Gobierno de Oaxaca, donde convive la protesta y la venta de artículos de desplazados de San Juan y Miguel Copala, Evelia Pérez, Elvira Camacho, Natalia Martínez, Ana María Robles y Adriana Reyes, expresaron nuevamente su inconformidad por la falta de justicia en cada uno de sus casos.
Evelia es quien acusó enfrenta la anomalía más reciente, ya que la madrugada del 28 de ocutubre fue liberada Cecilia, la tercera persona que permanecía detenida por el asesinato de su hija Leslye Wilson Pérez, quien fue aventada desde un sexto piso del conjunto de departamentos habitacionales en Punta Vizcaya.
Acusó que aunque horas previas la ministerio público que conoce del caso preguntó al Juzgado Segundo de lo Penal sobre el seguimiento, el Juez Armando Lustre Núñez no le informó ni le ha notificado de la liberación, por lo que pidió su destitución.
Evelia, para quien desde el 21 de noviembre de 2011 ha intentado que se castigue el homicidio agravado de su hija en el que participaron otras cuatro personas, insistió en la necesidad de que se haga justicia.
En esa misma insistencia está Ana María Robles, cuya hija fue asesinada el 19 de octubre del 2012, a días de que hubiera entrado en vigor el tipo penal de feminicio en Oaxaca.
La hija de Ana, Viridiana Monserrat de 26 años de edad, fue asesinada de 47 puñaladas en su casa, por Edgar Fabián Martínez Carmona, de quien se había separado un mes antes “por sus celos excesivos” y que no asumía la responsabilidad económica hacia la bebé de ambos.
El 23 de Septiembre de 2013 detuvieron a Edgar en Baja California, “después de esconderse en la Costa, Istmo, Puebla y cerca de Chiapas, la defensa que ha llevado ha sido marrullera, tramposa para desahogar mis pruebas porque no han presentado una sola de descargo”, acusa.
En el caso de Alma Daysi Martínez Martínez, una adolescente de 14 años que el 10 de mayo de 2011 fue localizada atrás del cuartel de la Policía Municipal de Xoxo, los tres detenidos acusados de violarla, golperarla y estrangularla tampoco han recibido sentencia.
“Hay tres cholos detenidos desde noviembre de 2013, pero no hay sentencia. Dicen que como persona tienen derechos, y así como se tuvo tiempo para hacer la investigación, debe haber para que se defiendan”, lamenta Natalia Martínez, madre de Daysi.
Adriana Reyes Díaz, madre de Ivonne Berenice Guevara Reyes, no ha tenido la misma suerte de que detengan a quien el 21 de diciembre de 2014 disparó afuera del bar donde su hija esperaba un taxi para volver a casa.
"Ella ya había salido y estaba esperando el taxi, el sujeto había amenazado al guarura que lo iba a matar, cruzó a la acera de enfrente a su camioneta y de ahí dispara, le tocó a Ivonne un disparo certero en la cabeza", recuerda.
Si fue accidental o no, para ella “es lo de menos”.
Al igual que Natalia, Adriana y Evelia, buscan que el asesino de su hija sea detenido y sentenciado, aunque eso le ha implicado destinar tiempo y economía a investigar su paradero, lo cual reprochan es desdeñado por las autoridades que no ejecutan la orden de aprehensión.
Elvira Camacho calcula que la Unión de Mujeres Víctimas en Oaxaca se conforma de 200 madres que siguen luchando por la justicia para el caso de sus hijas asesinadas.
“Sabemos que son más los casos”, pero cuando solicitó por escrito esa información a la Fiscalía General de Oaxaca, “la respuesta que llegó decía que no estoy capacitada para tener esa información, pero a mí la experiencia del dolor es lo que a mí me ha capacitado y destruido la vida”.
La queja de todas es muy similar, la falta de sensibilidad de las autoridades y que el gobernador Alejandro Murat cumpla su palabra de dar un castigo ejemplar a todos los feminicidas.
