CIUDAD DE MÉXICO.- Todo empezó en Torino después de la Primera Guerra Mundial, cuando Domenico Scappino comenzó a elaborar hermosas piezas de sastrería y exquisitos accesorios en seda que pronto se volvieron los consentidos de los hombres elegantes de la época.
Materiales de primera, gran habilidad sartorial y atención a los pequeños detalles eran su secreto, y poco a poco, el nombre de Scappino se popularizó entre la alta sociedad y la nobleza de aquella época.
Tanto así que, en los años 30, el Príncipe de Piemonte, Humberto II, nombró a esta firma como Proveedora Oficial de la casa Real, iniciando una relación de colaboración continúa que se mantiene hasta la actualidad.
Así, corbatas y bufandas de fina seda se convirtieron en prendas clave de la indumentaria monárquica, e incluso Humberto II creó el 'nodo Scappino', el cual se caracteriza por su nudo delgado y triangular, y que en poco tiempo adoptaron otras casas reales.
Durante la Segunda Guerra Mundial la marca emigró y se expandió en México, sin embargo, la relación con su nación de origen es estrecha, y prueba de ello es que su imagen es Emanuele Filiberto de Savoia, príncipe de Piemonte y Venecia, quien estará de visita en el País en noviembre.
Educado, moderno y muy elegante, Emanuele es todo un referente en la monarquía moderna, ya que además de dedicarse a importantes negocios y ser considerado uno de los hombres mejor vestidos de Italia, también está involucrado en actos filantrópicos.
Este sofisticado caballero es descendiente de una familia que ha formado parte esencial de la vida de Europa desde hace casi mil años, ya que sus antepasados ayudaron a integrar el Reino de Italia en 1861 y ostentaron la corona Italiana durante el siglo 19 y principios del 20.
ASÍ LO DIJO
"En la vida puedes comprar muchas cosas, pero la historia es invaluable"
Emanuele Filiberto de Savoia, Príncipe de Piemonte y Venecia
