CIUDAD DE MÉXICO.- La mezcla de un diseño atemporal con las últimas tendencias en interiorismo y una pizca de materiales selectos es el eje que permite crear verdaderas experiencias culinarias.
Para la firma de cocinas Marchi Cucine, es fundamental crear propuestas pensando siempre en un espacio digno de mostrarse, pero, en especial, también para disfrutarse.
En su lógica, el mundo se mueve más rápido que nunca, por lo que diseñan productos teniendo en mente no las modas pasajeras, sino los tiempos de calidad y los momentos que son para disfrutarse durante toda la vida.
Así, ya sea para los hipsters o bohemios modernos o para aquellos que gustan de un estilo clásico original, en estas cocinas encuentran un abanico de posibilidades al conjugar lo clásico con lo moderno.
Concebir enseres para la cocina que generen un escenario duradero para el goce individual y en familia es el objetivo de la firma italiana Marchi Cucine, establecida desde 1977.
Este aspecto lo consiguen al conjugar materiales cálidos con manufactura artesanal y al entender que, ante la velocidad del cambio en el mundo actual, es necesario crear ambientes que resistan el paso de los años.
"Mediante la mano de obra de nuestros ebanistas usamos una variedad de maderas sólidas como roble, castaño, nogal americano y nogal italiano, entre otros.
"Adicionalmente, incorporamos detalles de acero inoxidable, peltre, pizarrón y otros materiales naturales como piedra y mármol", detalla el arquitecto Miguel Ilitzky, socio de la firma en México.
El concepto detrás de cada uno de los diferentes modelos de la marca se basa en el concepto en inglés "living kitchen", el cual apuesta por vistosos espacios abiertos que invitan no sólo a utilizar la cocina, sino a permanecer dentro de ella para vivirla.
Gabinetes, estantes, repisas, alacenas, islas y campanas, además de mobiliario complementario, como mesas y sillas, son algunas de las piezas que la firma fabrica con base en técnicas de antaño.
"Creamos cocinas con un diseño impactante y elegante, basado siempre en métodos tradicionales de carpintería que resultan en mobiliario con calidad artesanal de la vieja escuela y con un gusto atemporal", dice Ilitzky.
Respecto al colorido, el arquitecto enfatiza que en el proceso se procura mantener a la vista las características naturales de la madera y, a la vez, su color.
"También usamos colores cálidos y claros, como el beige, para crear una atmósfera que nos dé tranquilidad y nos provoque sentimientos como la nostalgia de viajes realizados, tierras ajenas y recuerdos placenteros".
Para todos los gustos
En el primer showroom de la marca en el País, ubicado en la Colonia Roma Norte, en la Ciudad de México, se exhiben algunos de sus distintos modelos de cocina, como "Loft", "1956" y "Kreola", en cuyos diseños también se aprecia una esencia industrial.
En el caso del modelo "Loft", el núcleo en su diseño se inclinó hacia la funcionalidad, la resistencia y la practicidad al ser simple, pero, a la vez, atrevida.
Por otra parte, la "1956" se pensó con la meta de crear un concepto que produjera sensaciones únicas gracias a sus trazos cosmopolitas.
"Cuenta con un diseño fuerte que permite que se descubran las características distintivas de este modelo. Demuestra una personalidad que nunca deja de impresionar casi como instalación artística, haciendo de ella algo comparable a una espontánea exhibición de arte dentro del hogar", subrayó el creativo.
Finalmente, "Kreola" es una cocina versátil que tiene como fin formar parte de la constante vida cambiante. Es ideal para parejas jóvenes que disfrutan del buen gusto y la practicidad.
"Al momento de diseñarla se tenía en mente una cocina versátil. Nos presenta una combinación entre el confort y la elegancia brindando elementos para una moderna y práctica cocina, ideal para la vida diaria concebida como el punto focal del hogar".
En ese contexto, Miguel Ilitzky agregó que tanto las cocinas como los módulos individuales pueden ser fabricados a la medida de acuerdo a las necesidades de cada cliente.
