Oaxaca.- “Mi hija no mató a Elías Altamirano Cortés”, por eso pido una sentencia justa.
Así declara Roberto Guzmán Rojas, padre de Mabel Arcelia Guzmán Ramos, quien hace unos días fue sentenciada por el juez tercero de lo penal, Renato Aurelio Cruz Concha, a cumplir una pena de 166 años de prisión al encontrarla culpable de varios delitos, entre éstos, secuestro agravado y homicidio en agravio de Elías Altamirano Cortés.
De visita a la redacción de NOTICIAS, Roberto Guzmán Rojas, dice que la sentencia impuesta a su hija representa una “pena de muerte o cadena perpetua”, lo que aleja a la joven de una verdadera reinserción social.
Guzmán, acepta que su hija, quien fue detenida el 28 de diciembre de 2011 por la Agencia Estatal de Investigación (AEI) como presunta responsable del secuestro y homicidio del funcionario de la Secretaría de las Infraestructuras y Ordenamiento Territorial (Sinfra), efectivamente cometió una conducta delictiva al planear el robo en la casa del occiso.
Precisa que el objetivo de la joven, que en ese entonces contaba con 19 años de edad, fue ir al domicilio y recuperar algunas de sus pertenencias, por lo que pidió ayuda a una persona, sin embargo, éste llegó con otras personas más y una vez al interior del domicilio del funcionario, la joven fue amenazada por las personas con que le iba a recuperar sus pertenencias, quienes la sacaron de la vivienda y abandonaron por el rumbo de Santa Rosa Panzacola.
Fue dos o tres días después, precisa, cuando se enteró que Elías Altamirano había sido asesinado y su cuerpo abandonado en la cajuela de un vehículo Nissan tipo Platina, el cual fue encontrado abandonado en las inmediaciones del Instituto Tecnológico de Oaxaca.
El padre de la joven, actualmente recluida en el penal de Tanivet, Tlacolula, indica que Mabel Arcelia sí cometió una conducta ilícita al planear ingresar a la casa del extinto para recuperar algunas de sus pertenencias, sin embargo, luego se convirtió en víctima, ya que fue amenazadas por las otras personas, quienes le indicaron que “se abriera” del hecho.
“Como padre, reconozco que fallé en brindarle atención, como joven, fue sorprendida por el dinero, pero finalmente cometió un error y lo reconozco”, menciona.
Ante ello, pidió que en la apelación, los Magistrados tomen en cuenta la declaración de su hija y hagan una valoración de su conducta.
“Confío en Dios y en la justicia, se que hay abogados honestos para retomar el caso y espero una sentencia justa para mi hija, que a sus 19 años no pudo haber planeado secuestra y matar a una persona, ella era una estudiante ejemplar que fue víctima de una circunstancia”.
“Voy a seguir luchando por lograr la libertad de mi hija y si Renato Aurelio Cruz Concha (juez) quiere mi vida y libertad y se me acusa de no ser un buen padre, se la pongo a su dosposición, porque ese juez se convirtió en un verdugo para Mabel”, finaliza.
