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Todos somos metáfora de lo mismo: Raúl Zurita

Foto(s): Cortesía
Carina Pérez García

Raúl Zurita, uno de los más destacados poetas chilenos y ganador del Premio Iberoamericano de Poesía “Pablo Neruda” 2016, otorgado por el Consejo Nacional de la Cultura y las Artes (CNCA) de Chile. En su homenaje compartió suspoesía con el público que asistió al Teatro Macedonio Alcalá.
Tras bambalinas, luego se estremecer a los asistentes connpoemas que hablas de la tortura y el dolor, compartió: “Es una emoción, un honor que agradezco profundamente, y es que lo entiendo como un saludo a la poesía de chile. Quiero agradecerle a México, a esta ciudad maravillosa patrimonio de la humanidad que conocí por una canción que canta el poeta Hernán Bravo Varela, una canción muy triste llamada Naela”.


Al hacer memoria sobre los años de la dictadura en su país, el poeta dijo que “frente a la agresión verbal, psicológica del fascismos, del imperialismo, quiero decirles que Chile nunca olvidará ni tenemos palabras de gratitud suficientes para recordar la solidaridad, el compañerismo con el que el pueblo mexicano recibió a tantos y tantos de nuestros compatriotas en un momento tan difícil de nuestra historia”.
También comentó que los cuando los poetas bajaron del Olimpo, tenían que compartir la vida de los seres humanos, pero esta frase se ha dado vuelta. Ya comieron, ya bebieron y volvieron al Olimpo. En cierto sentido se podría decir que la poesía abandonó al mundo.


Al hablar del poeta como preservador de la memoria compartió que el problema no es la memoria sino la incapacidad del olvido. "No olvidamos. ¿Pero qué hacemos con los recuerdos? Todos recuerdan holocausto, el problema es que nos conformamos demasiado luego con su trivializacion. Manejamos muy mal los recuerdos, los manejamos desastrosamente".
Raúl Zurita afirmó que todos somos metáfora de lo mismo, tenemos la misma necesidad de amor y la misma intranquilidad sobre la muerte. Por eso todo ser humano tiene derecho a morir dignamente, porque él no pidió la vida, aún el más aborrecible, consideró.


En su obra está el dolor, el llanto por la patria, una mirada al amor y cierta esperanza. Sobre si ha sanado algo respondió: "Yo no sé cuán sano o demente estoy. Gracias a la poesía pude pasar por todo, pero fueron años feroces, estuve preso, el amor es lo últimamente importante".


América sigue siendo el antiparaíso y el arte posiblemente es el intento más desesperado y vasto por evitar actos de violencia. Porque en cada persona que sufre la humanidad entera padece lo mismo y cuando comprendamos que eso es posible quizá consigamos un mundo digno del universo.


"No somos uno, somos todos. Esa es una humanidad: ser parte del mundo y ser responsable del primer pan que se repartió mal o del que fue asesinado, si no nos hacemos cargo de nuestra historia no podremos hacer surgir una verdadera esperanza que nos haga ser hermanos y compañeros. Algún día ojalá nos demos cuenta que lo material es espuma. El día en el que tengamos la mínima dignidad de mirar a otro ser humano mirándonos a los ojos sin avergonzarse, entonces quizá estemos haciendo humanidad", concretó.

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