Pasar al contenido principal
x

Revisita Solares

Foto(s): Cortesía
Agencia Reforma

CIUDAD DE MÉXICO.- "La sangre de los mártires fecundiza las buenas causas", escribió el General Felipe Ángeles pocos días antes de ser fusilado en Chihuahua, el 26 de noviembre de 1919. El escritor Ignacio Solares lo imagina en La noche de Ángeles junto a un barquero desdentado, atravesando el Hades.


"Cruza el infierno para reencontrarse en la otra vida con Madero", señala. "En la novela, Ángeles queda suspendido entre la vida y la muerte".


Es desde ese estado, en la obra que ahora reedita Tusquets al cumplirse su 25 aniversario, que el militar recuerda sus días junto a Francisco I. Madero, el encuentro con Venustiano Carranza y su posterior enfrentamiento, las campañas con Pancho Villa.


"Ángeles, el gran estratega, se vuelve un humanista", afirma Solares. "Como todos los cristianos, vive entre la paz y la espada".


Exiliado primero en París, luego en Estados Unidos, donde se convierte al socialismo, el militar se opone al fusilamiento de prisioneros, medida impuesta por Carranza con la Ley Juárez.


"Madero fue el personaje más importante en su vida, y eso define sus contradicciones, su idealismo. Incluso diría que influyó en su cristianismo", señala.


Recuerda que Ángeles es detenido junto a Madero y José María Pino Suárez en la intendencia de Palacio Nacional por órdenes de Victoriano Huerta. Está convencido de que también lo van a ejecutar, dice Solares, pero lo salva su prestigio militar. "Lo que siente es decepción por no morir al lado de quien había sido su guía".


En La noche de Ángeles, Solares crea una voz que interpela al personaje. Ese desdoblamiento permite al narrador subrayar sus contradicciones.


"De alguna manera, la novela es un juicio a Ángeles. Ese cruce por el Hades es también un purgatorio donde tiene que verse a sí mismo, lo que fue y lo que pudo haber sido".


Solares descubrió al revolucionario al investigar la vida de Madero. "Para recrearlo, me hace falta enamorarme del personaje. Necesito la parte sobrenatural, o mágica, o cristiana, sentir que son almas gemelas".


Releer su novela lo llevó a pensar en la necesidad de que haya en México más figuras como Ángeles. "Son los hombres que pueden salvar a este País", asegura. "Si hubiera un Felipe Ángeles en la Presidencia, imagínate qué país tan diferente seríamos, un hombre con su inteligencia, su honestidad, su coherencia".


Confiesa que, 25 años después de La noche de Ángeles, siente que se le "acabó la cuerda". "Ya sólo escribo cosas cortas: aforismos, cuentos, ensayos. La última novela extensa que hice fue La invasión (2005). Tiene que ver con la energía, el biorritmo, con cómo se acomodan las estrellas".

Noticias ¡Cerca de ti!

Conoce los servicios publicitarios que impulsarán tu marca a otro nivel.